El gobierno venezolano mantiene en sitio la cárcel de Rodeo II, una de las dos cárceles que trata de controlar desde el viernes la Guardia Nacional de ese país. Los reos se resisten a deponer las armas.

El Ministro del Interior de ese país, Tareck El Aissami, declaró al canal estatal venezolano que los líderes dentro del penal han planteado que "nos retiremos, y que hay más de mil internos que neesitan mejorar las condiciones. Sólo plantean imponer una suerte de vida al margen de la ley." Sin embargo, añadió que es sólo cuestión de tiempo para que los reos entreguen las armas.

La prisión tiene restringido el suministro eléctrico, para evitar que los presos utilicen la luz para detonar explosivos artesanales. Según explicó El Aissami, ellos mismos no permiten la llegada de comida, pues los vehículos son tiroteados desde la prisión.

Varios cientos de familiares volvieron este sábado a congregarse en las inmediaciones de la prisión para intentar obtener información acerca de sus seres queridos, pero al igual que en la víspera la Guardia Nacional disolvió la concentración.