Una nueva acusación suman los controladores de Penta, Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín, después de que Giorgio Marino, abogado de Jorge Charbin -socio minoritario de la vidriera del holding PH Glass- presentara una querella en su contra por los delitos de asociación ilícita criminal, estafa y apropiación indebida reiterada. 

Según información publicada por El Dínamo, la querella que fue presentada el pasado viernes 23 de enero en el octavo juzgado de garantía, también apunta al ex gerente del grupo Hugo Bravo y al otro socio Horacio Peña.

En el documento se establece que el holding funcionaba como "una organización cuyo plan criminal es el enriquecimiento desmedido mediante la comisión de distintos delitos".

Los acusados arriesgan penas de hasta 20 años de cárcel, pero hasta cinco años de cárcel efectiva, ya que se trataría de un delito difícil de probar.

ORIGEN DE LA QUERELLA
Según la información, a comienzos de los 2000, Charbin era dueño de la vidriera La Argentina S.A., que facturaba 800 millones de pesos y tenía 140 empleados. Dos años después comenzó a considerar la internacionalización de la empresa para lo que necesitaba un nuevo socio.

Así, a través de la firma de Consultores Deloitt and Touch apareció Penta Capital de Riesgo, quienes se encontraban buscando en ese momento "empresas productivas para potenciarlas y luego venderlas".

Luego de un año y medio de negociaciones - que fueron llevadas a cabo por Horacio Peña-, la empresa del grupo Penta, propuso formar una nueva sociedad bajo el nombre PH Glass y comprar el 70% de los activos de la vidriera. Charbien, en tanto, se quedaría con el otro 30% de los activos, sería parte del directorio y entregaría su conocimiento.

Además, según se establece en la querella le habrían prometido que el 30% de los activos que mantendría llegarían a valer más que el 70% que vendió. Sin embargo, Charbin tuvo aprensiones de ser absorbido por Penta, por lo cual Peña le manifestó: "quédate tranquilo, vas a crecer con nosotros".

En marzo de 2005, se firmaron las escrituras, cuando según se expone en la acusación "se materializó el engaño".

PROBLEMAS FINANCIEROS
El directorio estaba compuesto por cinco puestos, de los cuales cuatro eran ocupados por Penta. Esto llevó a que Charbin dejara de tener control de la compañía e incluso ya no era informado de las actividades financieras. Según el documento presentado ante el octavo juzgado de garantía, los socios le habrían dicho que "él ya no era el dueño, que debía dejar a los gerentes tranquilos".

En 2009 se realizó un aumento de capital, ya que a fines del 2006 el directorio comenzó a hablar de problemas financieros. De esta manera, Penta se quedó con el 99% de la propiedad de la empresa. 

Ese mismo año, Charbin demandó en sede arbitral el incumplimiento del pacto debido a la dilución de su porcentaje de propiedad. Sergio Urrejola Monckeberg, quien actuó como árbitro de la causa, sancionó con una multa de 6.500 UF por el incumplimiento del pacto de accionistas.

En ese proceso, Charbin se dio cuenta de que "dentro de los gastos que habían aumentado existían partidas que no tenían ningún sentido", como el pago de asesorías que jamás se realizaron o arriendos a las mismas empresas del holding.

En la acusación también se establece que dos años después del fallo, PH Glass continuaba contabilizando gastos "por servicios inexistentes", y "perjudicando al Fisco y generando una cuenta por cobrar". Según la querella, los recursos del aumento de capital se utilizaron casi en su integridad a pagar deudas con otras empresas de propiedad del holding.

El documento señala que los cuatro acusados -Délano, Lavín, Bravo y Peña- forman parte de un "grupo que ha hecho del uso malicioso e indebido de gastos, casi en todas las formas posibles, una actividad regular y reiterada" y que han usado "el mismo modus operandi para la comisión de delitos".