Señor director:

El documento elaborado por esta Comisión perdió la oportunidad de caminar hacia la paz y navega en propuestas descontextualizadas y llenas de prejuicios. Se rescata una pequeña ventana al recomendar el reconocimiento constitucional, pero olvida que sin plurinacionalidad solo obtendremos plurifolklor.

Las palabras "violencia" y "víctima" nuevamente son cooptadas por la derecha económica y política para referirse solo a los mapuche. Vuelven los sesgos y prejuicios. "Violencia" para este informe es solo la quema de maquinarias. Nada se dice de las víctimas mapuches que durante 200 años han sufrido violencia institucional, cultural y económica. Se habla de ausencia de estado de derecho, pero solo por la inseguridad que viven algunos en relación con sus predios y propiedades. Nada sobre la constante violación a los derechos humanos de mapuches que son torturados por policías, hostigados por la justicia y pasados a llevar por un sistema extractivo que amenaza el medioambiente. Es la mentalidad de "dueño de fundo".

El informe se aleja de propuestas como la Comisión Verdad Histórica y Nuevo Trato con los PPII (2001);  de la Comisión de Descentralización (2014) y del documento La Santidad de Negociar sin Miedo por Una Región Mapuche Plurinacional en Paz (2016) de la Conferencia Episcopal.

En el discurso de monseñor Vargas se nos invita a buscar la paz y la justicia. No son dos valores que mantener en equilibrio. Es la paz como fruto de la justicia, por lo que hay que jugársela.

Carlos Bresciani SJ

Comunidad Jesuita de Tirua