La Corte Suprema revocó la sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago y finalmente rechazó un recurso de protección presentado por el sacerdote irlandés John O'Reilly.

A través de este mecanismo, el religioso buscaba dejar sin efecto la decisión del Ministerio del Interior, que ordenó su expulsión del país, una vez que cumpla la pena de cuatro años de presidio, bajo libertad vigilada, por el delito de abuso sexual de menores.

Según informó el Poder Judicial, "con este fallo unánime del máximo tribunal, se determinó que no existió un actuar arbitrario del Ministerio del Interior al decretar la expulsión del país del ciudadano extranjero, a quien el Congreso le quitó la nacionalidad por gracia que le había sido concedida".