Elegir una carrera entre los casi 12 mil programas académicos que actualmente existen puede resultar difícil para muchos jóvenes y, a sólo 42 días de rendir la PSU, puede llegar incluso a transformarse en un factor de estrés. Por eso, los expertos entregaron sus mejores consejos para equilibrar factores como los gustos, la empleabilidad y la calidad de las instituciones, y en base a ello tomar una buena decisión.

La primera recomendación que da el director de Admisión y Financiamiento de la U. Católica, Juan Echeverría, es mantener la calma. "Hay que quitarle un poco de dramatismo al tema de la elección de carrera, ya que hoy es cada vez más común que los profesionales transiten de un área a otra durante su etapa laboral", asegura.

En ese sentido, destaca que más que la carrera, lo más importante es elegir bien la institución. "Tienen que buscar alternativas que les permitan una formación amplia y flexible, ya que ello les abrirá mejores oportunidades de desarrollo personal y profesional futuro". Además, asegura que la calidad es fundamental. "La acreditación es un muy buen indicador de calidad, pero no es el único. Hay temas de focos específicos de los proyectos educativos, calidad del cuerpo de docentes, infraestructura de soporte, etc. No da lo mismo estudiar en cualquier lugar y esto debe tenerlo claro el postulante".

La psicóloga del Preuniversitario Pedro de Valdivia, Belén Valenzuela, aconseja que los estudiantes analicen primero sus propios intereses. "Tienen que preguntarse qué les gusta estudiar y qué les gusta hacer, que pueden no necesariamente ser lo mismo, y cómo visualizan su futuro", dice, y agrega que para algunos jóvenes pensar en sus intereses "puede ser un poco abrumador, ya que pueden tener varios o no tener ninguno en especial, por lo tanto, una forma de abordar también esta pregunta es desde lo que no me gusta estudiar, lo que no me gusta hacer y cómo no me gustaría que fuese mi futuro".

Tanto Echeverría como Valenzuela recomiendan informarse bien de las carreras. Lo que se puede hacer visitando las páginas web de las instituciones, asistiendo a las ferias que tienen las universidades durante los días de postulación y revisando la información de empleabilidad que tiene disponible el Ministerio de Educación en el sitio Mifuturo.cl

Una situación común para varios estudiantes es estar indeciso entre dos o más carreras. Pero esto puede ser algo positivo. Osmar Valdebenito, jefe de Admisión de la Universidad de Chile, señala que es muy importante que los estudiantes cuenten con varias alternativas con las que se sientan cómodos. "No es bueno tener un único plan y sentirse fracasado y sin opciones si es que no le va bien en la PSU, ni forzar alternativas con las que no esté seguro y que, en caso de quedar en algunas de ellas, termine desertando porque nunca le gustó dicha carrera", explica. Además asegura que tomarse un año para pensar con más detalle "es también una alternativa válida".

Seguir la vocación

Según explica Valenzuela, en algunas ocasiones las familias "tienen expectativas respecto de sus hijos que no siempre coinciden con las expectativas y deseos que ellos tienen para sí mismos". Aquí, aclara que lo más importante que debe considerar el postulante es que "la elección de carrera y vocación es siempre personal, por lo tanto, la decisión final siempre debe recaer en él o ella, a pesar de las consideraciones familiares". Esto, sin embargo, debe ir acompañado con una discusión en familia para que el estudiante esté tranquilo con la decisión que tomará, asegura la psicóloga.

En la misma línea, Valdebenito explica que la mayor parte de los estudiantes que desertan en primer año lo hacen por motivos vocacionales. "Entraron a carreras que no conocían, o que no les gustaban, pero su entorno familiar los obligó a entrar, o pensaban que una vez dentro podrían realizar un cambio interno, etc. Y esa deserción puede afectar severamente a los estudiantes, desde aspectos psicológicos, como la desmotivación o la frustración, hasta económicos, como el endeudamiento".