En medio de la crisis europea, el golpeado comercio de ropa en Londres, París y Roma inició este fin de semana, mayoritariamente, sus jornadas de liquidaciones de saldos. Con rebajas que pueden llegar hasta el 70 por ciento del valor inicial, la tienda Desigual de la capital italiana fue la que apostó por la diferencia: limitar sus ventas de saldos a los primeros 100 clientes que llegaran luciendo sólo ropa interior. Y la campaña fue un éxito.