Ante el nacimiento de un hijo se espera que la madre sienta alegría y satisfacción. Pero a veces ocurre lo contrario. La mujer vive cambios bruscos de humor, irritabilidad, falta de entusiasmo y angustia, además de dificultad para dormir. Sufre depresión posparto. Una condición que en Chile, según datos del Minsal, afecta al 27,7% de las mujeres de nivel económico alto y hasta al 41,3% de mujeres de nivel económico bajo, y que puede extenderse incluso hasta tres meses después del nacimiento del hijo.

Algunos estudios han mostrado, hasta ahora, que hacer yoga puede prevenir la aparición de este mal. Pero ahora, un estudio realizado por la U. Finis Terrae muestra que hacer ejercicio físico, en general, es un factor protector, y que mientras más ejercicio se realice, menor es el riesgo.

En la investigación participaron 63 mujeres chilenas: 47% se declararon sedentarias y el 53% como físicamente activas. A todas ellas se les practicaron dos cuestionarios, uno del Colegio Americano de Medicina del Deporte, para medir el nivel de actividad física, y el test de Edimburgo, para la detección de la depresión posparto. ¿El resultado? Entre las mujeres sedentarias se registró un 54% de depresión posparto, mientras que en las mujeres que hacían actividad física en forma habitual sólo 13,3% experimentó el problema.

Las mujeres que participaron de la investigación tenían entre 25 y 35 años. De las que hacían ejercicios, un 43% practicaba caminata, 5% hacía bicicleta elíptica, 26% yoga, 15% natación, y un 11% dijo practicar otro tipo de actividad.

Hormonas de la felicidad
Hermann Zbinden, doctor en Ciencias del Ejercicio, académico de la U. Finis Terrae y autor del estudio, dice que el ejercicio físico actúa como factor protector y se explica -en gran medida- por la liberación de las llamadas hormonas de la felicidad, como las endorfinas. "Actúan como analgésicos, incluso similar a la morfina. Son liberadas principalmente desde el cerebro y son enviadas al cuerpo entero", explica. Ese mecanismo provoca una sensación de bienestar, que incluso mejora la calidad del sueño, elemento muy importante, dice, en mujeres en período de posparto.

No es todo. El ejercicio, además, disminuye los niveles de estrés. "Hemos estudiado que un ejercicio aislado estimula la disminución de los niveles de cortisol (hormona del estrés), disminuyendo los niveles de estrés", indica.

La encargada del Programa de Matronatación de Clínica Meds, Soledad Sánchez, indica que desde hace 15 años que trabaja haciendo ejercicio en la piscina con mujeres embarazadas, y que en todo ese tiempo ha visto sólo a una de sus alumnas con depresión posparto. "Casi todas tienen un muy buen embarazo. El ejercicio les da seguridad y libera endorfinas. Trabajamos también con técnicas de relajación. Todo eso les da un conocimiento físico que les ayuda a manejar mejor su cuerpo en el momento del parto y también después", señala.

En Francia, afirma, país donde se especializó, consideran la preparación física y sicológica para el parto, "pues lo tienen asumido como un factor protector. De hecho, hacen prevención del maltrato infantil a través del ejercicio físico que hacen con las madres".

Enrique Jadresic, especialista en siquiatría perinatal y académico de la U. de Chile, indica que "en el ámbito médico se está reconociendo el enorme valor de la actividad física regular para prevenir (y a veces tratar) diversas enfermedades, no sólo físicas, sino también síquicas. Este estudio está en esa línea, es coincidente con lo que se ha encontrado, por ejemplo, en los trastornos de ansiedad y en depresiones que se dan en otras épocas de la vida".