El problema parece afectar una franja de 1,6 kilómetros, que incluye a los populares destinos turísticos de Arraial do Cabo y Cabo Frío.

Esta última zona es considerada la capital del buceo de la Región de los Lagos, situada a unos 180 kilómetros al este de Río.

La empresa estatal Petrobras aseguró que no se había producido ningún derrame en sus pozos submarinos, por lo que la armada brasileña está investigando el origen de la mancha.

MANCHAS EN LA ARENA
Según la televisora brasileña Globo, el petróleo no es particularmente visible en el agua pero se ha estado acumulando en las playas de arena blanca, ensuciando además a los bañistas que visitaron los balnearios de la región durante el fin de semana.

Los pobladores de la zona temen por el efecto que la contaminación pueda tener sobre el turismo.

"Mucha gente se fue. Vino temprano y vio la playa llena de asfalto, alquitrán", se quejó el comerciante Paulo Roberto Silva en declaraciones recogidas por Globo.

También se cree que la mancha podría haber causado la muerte de por lo menos cinco pingüinos.