El pasado 7 de junio, Manuel Pellegrini se paró frente a 900 técnicos de la Federación Española y brindó una de las charlas más alabadas del Congreso Internacional de Fútbol en Málaga. El Palacio de Ferias de la ciudad fue testigo de la exposición del entrenador chileno sobre  el trabajo de la línea de cuatro y la creación de espacios, en la inauguración del evento organizado por el Comité Técnico Andaluz de Entrenadores de Fútbol.

Allí, Pellegrini se sintió cómodo, en su hábitat natural, hablando netamente de fútbol, frente a un auditorio que lo escuchó casi de forma reverencial. Una situación que volvió a experimentar ayer, en medio del denominado Innovation Day, organizado por HP en el CentroParque de Las Condes, donde frente a más de un centenar de personas y durante casi una hora expuso su carrera y las decisiones innovadoras que lo llevaron al éxito.

"Trabaja en lo que te gusta y no trabajarás más", arrancó su exposición el entrenador, donde detalló cada uno de sus pasos de una carrera, que ya suma 25 años en el banquillo.

Pero más allá de valorar los pilares que lo tienen en uno de los momentos más altos de su trayectoria, a su juicio claves para sostener un periplo tan largo en el primer nivel europeo, Pellegrini reveló algunos detalles inéditos sobre los momentos en que los éxitos no abundaban.

Curiosamente, de acuerdo con el relato del entrenador, cada tropiezo terminó refugiándolo en la ingeniería civil, su otra pasión fuera del fútbol. El primero fue en 1989, específicamente el 15 de enero de ese año, cuando con la "U" bajó a la entonces Segunda División.

"Fue un golpe muy importante. Tuve entre la soberbia y la irresponsabilidad de irme a Europa ese año en medio del torneo. Descendimos por un gol o un punto. Se pueden imaginar lo que significa. Pasé un año y medio sin dirigir. Entonces, me dediqué a la construcción. No tenía club y uno tiene la mala costumbre de comer. Nunca quise armar la empresa muy grande, pero me ayudó. La había empezado a formar en 1978, pero nunca le había dedicado tiempo completo", revela el DT, quien, cuando aceptó la oferta de Palestino, jamás pensó que volvería a dedicarse a la construcción.

Pero el fútbol le tenía deparado otro golpe. En 1996 y con la mochila de haber perdido dos títulos en la UC a manos de la "U", decide renunciar en medio del torneo de ese año. Entonces, de vuelta a la empresa. "No me quedó otra que volver a la ingeniería. Sólo la dejé cuando partí a Ecuador, en 1999. Le tuve que pedir a mi hermano Pablo para que se quedara a cargo", revela.

Pero no sólo su profesión universitaria lo ayudó a superar las caídas. Pellegrini reconoce que el conocimiento de otras áreas fuera del deporte le permitieron alcanzar muchas de sus metas.

"Siempre supe que tenía que salir de Chile. En 1996 hice una evaluación y no iba bien. Ahí introduje la innovación. El prestigio no era el suficiente para ir al extranjero. Entonces, nuevamente a Europa tres, cuatro meses. Hice cursos para actualizarme e incorporé la inteligencia emocional", confesó algo tímido, antes de recibir una calurosa ovación.

"NO HE VISTO LOS PARTIDOS DE CHILE"

Los últimos acontecimientos en su carrera, firma en el Manchester City incluida, impidieron a Manuel Pellegrini seguir de cerca la actuación de la "Roja" en las clasificatorias.

"No pude ver los partidos de Chile. Pero me alegro muchísimo por Sampaoli. Le deseo todo el éxito posible, que nos lleve al Mundial, que renueve y que dirija nuevamente el próximo Mundial. Está cómodo, lo está haciendo bien y lo felicito", afirmó el DT, que no eludió referirse a un sueño que tiene pendiente: "Ojalá que algún día mi camino y el de la Selección se encuentren. No debe haber nada más importante que dirigir a tu país en un Mundial".

El DT reconoció que sigue de cerca la conformación del plantel de su nuevo equipo, pero evitó referirse a nuevos fichajes y a la continuidad de Carlos Tévez. Eso sí, ya se siente un "citizen" más: "Elegí este club por sobre el PSG porque conozco a la gente que trabaja ahí".