Investigadores estadounidenses, que publicaron los resultados de su investigación en la revista Science, indicaron que el volumen de plástico llegó a su punto máximo en los últimos años y ahora parece no estar aumentando.

Es posible que esto se deba a la implementación de reglas más estrictas que impiden que los barcos lancen su basura al mar.

El equipo dijo que estudiar la basura plástica que flota libremente por el océano les permitió también entender un poco más sobre el comportamiento de las corrientes oceánicas superficiales.

Los investigadores hallaron plástico -la mayoría de piezas de unos pocos milímetros- en más del 60% del material que recogieron con una fina red arrastrada por la superficie del mar.

En total recogieron unas 6.136 muestras.

PERMANENCIA ETERNA
Los científicos de la Asociación para la Educación Marina, con sede en Estados Unidos, y del Instituto Oceanográfico Woods Hole en Hawai describieron el plástico como un "gran contaminante".

"La contaminación plástica en el mar es un problema ambiental importante. Sin embargo, no existe una descripción cuantitativa de la envergadura de este problema en el océano", afirma el estudio.

"Su durabilidad y lenta biodegradación hacen que estos polímeros sintéticos puedan tolerar el ambiente oceánico por años, décadas e incluso períodos más largos".

Los siguientes son algunos de los daños que pueden provocar:

  • Los animales marinos pueden quedar atrapados por la basura.
  • Las aves y otras criaturas marinas pueden consumir el plástico.
  • La basura puede actuar a modo de balsa y trasladar a algunas especies fuera de su área.


"Si bien se han hallado grandes cantidades de basura plástica flotando en el Océano Pacífico, no hay mucha información que permita cuantificar y explicar su distribución geográfica", dice el estudio.

"En el Océano Atlántico, el tema ha sido prácticamente ignorado".

El equipo analizó los datos recogidos por embarcaciones durante un período de 22 años, entre 1986 y 2008, que recolectaron más de 64.000 piezas de plástico.

El mayor número de piezas plásticas fue recogido en 1997. En una ocasión, cuando pasaron la red durante 30 minutos, recogieron 1.069 piezas. Esto equivale a 580.000 piezas por kilómetro cuadrado.

El equipo observó que las concentraciones más altas de plástico flotante estaban "asociadas claramente" con una convergencia de las corrientes oceánicas superficiales y los vientos dominantes.

"Esta zona de convergencia se extiende por la mayor parte de la cuenca subtropical del Atlántico Norte", dice el estudio.

"Esta correspondencia no sólo explica la distribución del plástico, sino que también ilustra cómo la basura flotante actúa como un detector de las corrientes superficiales a gran escala".

IMPACTO MENSURABLE

En cuanto a la proveniencia, el equipo informó que no hay un estudio que cuantifique el volumen del plástico que entra en el océano.

Sin embargo, señaló que el aumento notado durante los años que abarcó el estudio indica que probablemente proviene de la costa.

El informe argumenta que la producción global de materiales plásticos se quintuplicó entre 1976 y 2008, y que la cantidad que desecha Estados Unidos se cuadruplicó en las últimas dos décadas.

Mientras tanto, el volumen lanzado a las aguas por los barcos cayó como resultado de nuevas regulaciones que prohíben tirar basura al agua introducidas en 1988.

El equipo concluye que, si se quiere frenar el impacto ambiental del plástico flotante en los océanos, el estudio ofrece evidencias de que los esfuerzos para evitar que los desechos se lancen al mar pueden medirse de forma efectiva.