Noche de Gala: glamour, desborde y molestia marcan partida del Festival

Anoche se llevó a cabo el evento que inaugura el certamen que este año celebra su 51 edición.<br><br>




Parecía una princesa de Disney. A Soledad Onetto le faltó la pura corona de brillantes para pasar por una de esas heroínas de los cuentos de fantasías anoche, cuando llegó con un hora y media de atraso, pero muy chic a la gala del festival, con un Herve Ledger blanco y tacones de varios centrímetros con incrustaciones de cristal y junto a Felipe Camiroaga.

Pero los fans no pudieron más. Rompieron las barreras de seguridad. Se abalanzaron sobre ellos. Alcanzaron a tironearlos. Carabineros se les fue encima. Y fue necesario la intervención de Fuerzas Especiales para calmar a los cientos de curiosos que vieron su entrado al Casino, junto a los otros 590 invitados.

Y lo hizo un año más. Tonka Tomicic se convirtió en una de las mejor vestidas, con un vestido nada más a la moda, súper chic del inglés Alexander McQueen, que murió la semana pasada. El mismo que usó Cameron Diaz en los Globos de Oro. Y mientras en Londres Naomi Campbell y Kate Moss lloran al diseñador, sobre la alfombra roja -que ya era un poco fucsia, por lo desteñida y usada- la conductora de La movida caminaba como si estuviera en las pasarelas de Milán, aunque dejó botado a Sergio Lagos apenas llegó.

Venían en el mismo furgón, Tonka junto a Paribeth, su novio gurú. Y apenas bajaron, ella prefirió pasarse el protocolo y correr a saludar y tirarle besos a los curiosos y caminar, sin preocuparse, o al menos darle una miradita a su compañero en Canal 13, que quedó relegado a segundo plano y aguantó estático un par de minutos hasta que atinó y también se fue a lanzar a los brazos de la gente.

Y el mismo estilo, recatado pero bien hecho, con elegancia, marcó a las figuras top de la cena. Soledad Bacarreza, Katty Kowaleczko, Fernanda Hansen y hasta, incluso, Adriana Barrientos, se pusieron modelos bien escogidos, a pesar de que la ex chica reality no se pudo aguantar y se adornó con una cola de zorro y apareció en un descapotable Alfa Romeo.

Mientras que las ovejas negras de siempre, Pamela Díaz y Marlen Olivarí -que estaba con Luciano Marocchino, "mi pololo"-, hasta se mostraron algo más sobrias. Pero ni ellas ni Carla Ochoa, con una pollera con fruncidos y detalles como estilo plumero de tela, pudieron sacarse las señales de modelo de discoteca o concursante en baja de reality show.

Mientras que el escuadrón de los protagonistas de teleseries, que mezclaba a los de Feroz, como Carolina Arregui y el nuevo galán Ignacio Garmendia envuelto en Armani por canje; con los de Martín Rivas, como Pablo Cerda y María Gracia Omegna, en una creación florida de Miguel Angel Guzmán, se colaba Catalino Pulido, etérea y vintage, pero que poco tenía que hacer ahí ya que es de la telenovela Manuel Rodríguez, la competencia en Chilevisión de los canales organizadores de Viña.

Y aunque llegaría elegante, ni siquiera el glamour del traje de Carolina Herrera, lograba hacerle pasar la pena y la rabia a Diana Bolocco, a quien UC-TV le prohibió asistir con Cristián Sánchez. Cercanos explicaron que "el canal le envió a principios de semana una carta a Diana, comunicándole que este año  los rostros del canal no podían asistir con sus parejas.

Ella reclamó y no lograba entender, porque sabía que gente como Tonka Tomicic no tendría problemas". Sin embargo, trascendió que los reclamos de la hermana menor de la ex Miss Universo no fueron escuchados y Sánchez se quedó fuera de la gala.

Pero en la cena era todo armonía. En una mesa estaban los directores ejecutivos de TVN y Canal 13, Daniel Fernández y Jorge Herrera. Y también muy juntos, muy unidos, muy amorosos, Camiroaga y Hansen, sentados al lado en la misma mesa.

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