Las tropas iraquíes lanzaron este martes una operación para retomar la ciudad norteña de Tikrit, controlada por  los yihadistas, también atacados por las fuerzas kurdas con apoyo de la  aviación estadounidense.

Las fuerzas de seguridad, apoyadas por milicianos y tribus, atacaban también a los yihadistas del Estado Islámico en diversos puntos al norte, el  oeste y el sur de Bagdad, según las autoridades.

El lunes, el presidente estadounidense, Barack Obama, aplaudió que las fuerzas federales iraquíes y los kurdos arrebataran a los yihadistas el control  de la mayor represa de Irak, al norte de Mosul.

Obama advirtió no obstante a Bagdad que "el lobo está en la puerta", por lo  que debe formarse rápidamente un gobierno inclusivo que no haga sentirse  marginada del poder a ninguna comunidad.

Obama prometió que las fuerzas federales iraquíes y kurdas "seguirán  contando con el apoyo fuerte de Estados Unidos" en su lucha contra el Estado Islámico.

De esta forma dio a entender que la campaña aérea del ejército más poderoso  del mundo en Irak, iniciada hace diez días, está lejos de haber terminado.

EEUU SIGUE BOMBARDEANDO DESDE EL AIRE

Este martes estallaron nuevos enfrentamientos cerca de la represa, ante lo cual los aviones norteamericanos volvieron a atacar objetivos del Estado  Islámico, según explicó a la AFP un alto oficial de las fuerzas kurdas, los 'peshmergas'.

La operación es delicada, ya que según expertos estadounidenses una brecha en la represa podría provocar una ola de 20 metros en la ciudad de Mosul e inundaciones a lo largo del valle del Tigris hasta la capital Bagdad.

Entre Mosul y Bagdad, las tropas iraquíes intentaban también este martes recuperar la ciudad de Tikrit, controlada por los insurgentes.

"El ejército iraquí y voluntarios (chiitas), respaldados por helicópteros iraquíes, participan" en la operación destinada a recuperar Tikrit, el antiguo  feudo del ex presidente Saddam Hussein, en poder de yihadistas sunitas desde el 11  de junio, informó un oficial castrense a la AFP.

Para el ejército iraquí, que se replegó cuando el Estado Islámico lanzó su ofensiva relámpago en junio en cinco provincias, la ciudad de Tikrit es una prioridad. Sin embargo, los dos intentos previos por recuperarla han resultado vanos.

La aviación de Estados Unidos efectuó 35 ataques aéreos contra los  yihadistas en Irak en los últimos tres días, y destruyó más de 90 objetivos,  según el Pentágono.

Obama ha justificado esta primera intervención de Washington en Irak desde la retirada de sus tropas en 2011, alegando el riesgo de genocidio contra la  minoría yazidí y las amenazas al personal estadounidense en la capital del Kurdistán iraquí, Erbil.

En un comunicado fechado el domingo, los yihadistas amenazaron a Estados Unidos, que "desaparecerá pronto (...) por obra de los caballeros del Califato".

Los yihadistas han proclamado el "califato" en las regiones que controlan en Irak y en Siria, donde también están siendo atacados por la aviación del  régimen de Bashar al Assad.

En Londres, el primer ministro británico, David Cameron, dijo que su país sigue abierto a la entrega de equipamiento a las fuerzas antiyihadistas.

Los dos meses de campaña de los yihadistas han puesto a Irak al borde del desmembramiento.

Las potencias mundiales están ahora satisfechas con la partida del primer ministro Nuri al Maliki, acusado de favorecer a sus correligionarios chiitas y  marginar del poder a los sunitas, y esperan que su sucesor Haidar al Abadi promueva un poder más inclusivo.

En el norte, miembros de grupos minoritarios como los cristianos, los yazidíes, los shabak y los turcomanos siguen corriendo el riesgo de ser  secuestrados o asesinados por los yihadistas, según grupos de defensa de los derechos humanos.

Amnistía Internacional afirma que los yihadistas han secuestrado este mes a miles de yazidíes en el norte de Irak.

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