Fue el único senador de la Concertación que el miércoles rechazó la acusación constitucional contra Harald Beyer, lo que le valió el reconocimiento de la Alianza y las críticas de la oposición. Pero Patricio Walker asegura que no es el nuevo díscolo de su sector y que le tiene sin cuidado si el oficialismo pretende sacar ventajas con su voto.

Plantea que la destitución de Beyer no contribuye a terminar con el lucro en la Educación Superior.

Al oponerse a la acusación constitucional, ¿no le preocupaba convertirse en el enemigo del movimiento estudiantil?

Algunos trataron de plantear que aquí estaban los parlamentarios en contra del lucro y al frente los que estaban en favor del lucro. Eso es ridículo. Yo estoy en contra del lucro en la Educación Superior, pero en los últimos 30 años no ha habido sanción contra las universidades que lucran, no es una situación de los últimos quince meses.

Pero es absolutamente distinto estar a favor o en contra del lucro con la votación de la acusación constitucional. Uno no vota una acusación constitucional por señales, uno la vota por su mérito. Si la utilizamos como un medio para un fin político estamos simplemente incumpliendo con nuestro deber constitucional.

Sí había muchas presiones, dirigentes estudiantiles que decían que iban a estar vigilantes de cómo votábamos. Nos advertían que no se nos ocurriese inventar una excusa como ir al baño en el momento de la votación. En la vida yo voy de frente y, por lo tanto, simplemente cumplí con mi rol de jurado y voté de acuerdo a mi convicción jurídica. Los halagos de un sector o las críticas de otro me tiene sin cuidado, más allá de que algunos puedan usar mi voto para llevar agua a su molino.

¿Eso es lo que ha hecho la derecha al destacar la forma en que usted votó?

Si intentaran hacer eso sería una maniobra muy burda. Pero si hay algo que le ha restado credibilidad a la derecha no solo es utilizar el caso Provoste para su teoría del desalojo, sino también el acto impúdico de haber elegido a Pedro Velásquez, condenado por fraude al Fisco, que tiene una deuda millonaria con la Municipalidad de Coquimbo, como vicepresidente de la Cámara de Diputados, probablemente para lograr su voto de rechazo a la acusación constitucional contra Beyer. Es simplemente vergonzoso. Esa actitud daña muchísimo más el prestigio de la política que la acusación constitucional. Esta no fue una acusación constitucional liviana, frívola, aunque se cometieron errores inaceptables por parte de los acusadores y de la defensa de Beyer que no advirtieron en la cuestión previa el famoso copy paste. Pero la derecha no puede pontificar.

Se ha planteado que la acusación constitucional era un esfuerzo de la Concertación para congraciarse con los estudiantes...

No lo sé. Nosotros tenemos que escuchar a los movimientos sociales. Yo me la jugué porque Iván Fuentes participara en las primarias DC, pero una cosa es darles espacio a los líderes sociales, pero un diputado o senador no es la caja de resonancia de los movimientos sociales. No siempre las agendas particulares de un dirigente social son sinónimos del bien común. Si alguien quiere representar a los estudiantes votando a favor de una acusación constitucional no está cumpliendo con su deber de legislador. Un fin noble como terminar con el lucro en la educación superior no justifica utilizar medios dudosos.

¿En que ayudó la destitución de Beyer?

En mi opinión, en nada. No creo que esto vaya a generar una guerra política, así como no se generó cuando se destituyó a Yasna Provoste, pero no ayuda en nada. Quien sostenga que destituyendo a Beyer se terminó con el lucro en las universidades privadas, le está mintiendo al país. Pero va a ser muy difícil encontrar un reemplazante competente para el Ministerio de Educación.

En este escenario, ¿Considera que las acusaciones constitucionales ameritan una revisión?

La acusación constitucional es un mecanismo excepcional, porque quien controla la legalidad de los actos es la Contraloría. Y tiene que ejercerse en casos graves en que haya una conducta personal y directa gravísima para que se pueda aprobar. Una acusación constitucional no puede utilizarse para sacar ministros porque éstos no me gustan. Esa es una atribución privativa del Presidente de la República. Y si queremos destituir ministros, entonces transitemos a un régimen parlamentario.

Su hermano Ignacio recién fue reelegido presidente DC por una estrecha mayoría. ¿Evaluó si su voto podría afectar su gestión?

Me parece que lo que de verdad le provoca daño a la DC es que algunos distinguidos dirigentes critiquen permanentemente la candidatura de Claudio Orrego, que critiquen permanentemente a la directiva nacional que ganó por más de 800 votos.

En la DC algunos de los que pensaron pedir sanciones no respaldan la candidatura de su partido.

No entiendo la actuación de algunos. Ojalá que todos nos comprometiéramos a apoyar a Claudio Orrego. Yo fui a apoyarlo con mucho entusiasmo la semana pasada en su relanzamiento a La Granja y me hubiera gustado que muchos de los que critican a la directiva y a la candidatura de Orrego en lugar de ganar algunos titulares con sus declaraciones hubieran estado en ese acto y participaran activamente en su campaña.