Aquellos que buscan perder unos cuantos kilos se han aferrado a menudo a la esperanza de ingerir alimentos de "calorías negativas": un entrenamiento para el paladar que quema calorías mientras se mastica.

Pero, ¿existen realmente estas comidas?

"Por definición, una comida de calorías negativas significaría consumir más calorías, para que el cuerpo las maneje y las procese, que las que están contenidas en el nutriente de la comida. En teoría, esto es posible", explica Tim Garvey, del departamento de ciencias de la nutrición de la Universidad de Alabama, Birmingham.

Aunque no parece tan fácil la cosa.

"En realidad, no hay alimentos de calorias negativas", agrega.

UN MITO

El apreciado nutricionista Marion Nestle lo explicó en un correo dirigido a la BBC, "es un mito total. No hay nada más que decir".

Nestle toma en consideración el apio, una verdura con frecuencia usada como ejemplo de alimento de caloría negativa debido a su baja cuenta calórica, alta densidad de agua e impresionante contenido de fibra.

Si bien todo ese masticar y digerir la comida fibrosa si quema calorías, no es tanto lo que se quema.

"Quizás sólo haya 10 calorías en un trozo, pero el cuerpo sólo toma un quinto de ello" para procesar, señala Garvey. "Y siguen siendo calorías".

Esto sin contar que el hombre no puede vivir de apio y que es muy poca la gente que sólo lo consume crudo.

"Es más una puerta al queso crema o a la mantequilla de maní", dice David Grotto, un nutricionista y autor de "Las mejores cosas que puedes comer".

Y habría que contar que los palitos de célery, junto con otras frutas y vegetales ricos en fibra y agua, no tienen mucho valor en ayudar a perder peso.

"Este tipo de comidas llenan el estómago y e incrementan la saciedad", dice el doctor Gervey, lo que provoca que no quieras ingerir más calorías después, pero sin quemar las calorías que ya has consumido.

MÁS TRABAJO PARA EL CUERPO

Pero otras cosas que comemos o bebemos pueden actuar de forma diferente, provocando que el cuerpo trabaje más duro.

Una es el agua fría, que el cuerpo deberá calentar hasta alcanzar los 37 grados, aunque Grotto no está particularmente impresionado.

"No hay ningún estudio que diga que los que toman agua fría queman calorías", dice.

Otros tipos de alimentos tienen maneras diferentes de incrementar la tasa en la que quemamos calorías (un número también conocido como la tasa metabólica).

La cafeína, la guanina y los extractos de té verde tienen todas estas propiedades, dice Ron Mendel, que ha investigado bebidas dietéticas que combinan estos ingredientes.

En un estudio con solo 20 participantes, encontró que aquellos que consumen una bebida dietética llamada Celsius queman más calorías que los que beben cola dietética.

SIN FÓRMULA MÁGICA

"El tema es sin embargo que esto no evita los cientos de calorías que se consumen cada día", dice Mendel, director del programa de ciencia del ejercicio en la Universidad de Mount Union en Alliance, Ohio.

"No hay una fórmula mágica", afirma.

Aun así, Mendel especula con que pequeñas ganancias pueden resultar en una pérdida de 4,5 kilos en todo el año.

"No diría que esto vaya a reemplazar el ejercicio ni que vaya a salvarme de comer 4 o 5 donuts al día", añade.

"Pero si haces ese pequeño cambio, a lo largo del tiempo, podría afectar en algo."

Garvey es escéptico de que un cambio del metabolismo pueda llevar a una pérdida real de peso.

Siendo un doctor que se centra en nutrición y obesidad, este experto mantiene que la única manera de perder peso es aquél aburrido, antiguo y tan exitoso método: comer menos calorías que las que quemas con ejercicio.