Declarada monumento histórico en el año 2004, la ex estación de trenes de Salamanca era hasta hace poco un mero recuerdo del extinto pasado ferroviario de la Región de Coquimbo. A partir de esta semana, el recinto y sus alrededores se han convertido en un atractivo sitio para la comunidad, tras la apertura del nuevo Parque ex Estación de Ferrocarriles de Salamanca, un proyecto de la municipalidad local con un costo de $276 millones, desarrollado y financiado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, que aprovecha el antiguo establecimiento para dotar a la ciudad de variadas instalaciones culturales y recreativas.

El parque intervino 5.600 metros cuadrados de terreno, de los cuales 2.000 se destinaron a áreas verdes y obras de paisajismo. En el sector oriente se edificó un escenario al aire libre, con galerías a base de hormigón armado. Frente a la Casa de la Estación y un Centro Cultural construido previamente, se dispuso de dos glorietas para descanso y recreación.

Al poniente se organizó un Paseo de los Artesanos, con pérgolas y senderos de conexión entre las distintas secciones del parque. Las áreas norte y sur se conectan a través de una pasarela de hormigón que atraviesa la pradera. Por último, se restauró la explanada de la ex estación y se instaló en ella un antiguo vagón de tren, montado sobre una breve línea férrea que termina su recorrido en las puertas de la Casa Estación.

Sumado a lo anterior, se instaló diverso mobiliario urbano y se forestó el área con una selección de árboles, arbustos, flores y enredaderas adaptadas al clima y el suelo local, con predominio de especies nativas, entre las que destacan pata de vaca, palma chilena, jacarandá, pimiento, colliguay, verónica, lavanda, menta árbol, margarita azul, dimorphoteca, verbena, entre otras.