Uno de cada tres menores de seis meses usa celular y expertos advierten sobre riesgos en niños

Estudio dice también que antes del año, niños ya pasan al menos una hora al día frente a estas pantallas.




No saben ni caminar ni hablar, pero a los seis meses de edad, un tercio de los bebés ya ha tenido acceso a un celular o una tableta. Para cuando cumplan el año, uno de cada siete niños pasará al menos una hora al día frente a este tipo de pantallas.

Son los resultados de un estudio presentado el fin de semana en la Reunión Anual de las Sociedades Académicas de Pediatría de EE.UU. La investigación fue realizada por médicos del Departamento de Pediatría de la Red de Salud Einstein (Pensilvania) que entrevistaron a padres de niños menores de cuatro años.

Según el estudio, entre los menores de un año, el 52% ya había visto TV, el 36% había tocado o desplazado una pantalla, el 24% había llamado a alguien por teléfono, el 15% usaba aplicaciones y el 12% había usado videojuegos. La mayoría de los padres entrevistados permitía que los niños jugaran con los dispositivos móviles mientras ellos hacían tareas en casa (73%), para calmarlos (65%) y para que se durmieran (29%). "No esperábamos que niños de seis meses estuvieran usando estos dispositivos. Algunos incluso usaban la pantalla hasta 30 minutos", dice la investigadora principal, Hilda Kabali.

En Chile la situación no es distinta. El vicepresidente de la Sociedad Chilena de Pediatría y profesor asociado de la UC, Humberto Soriano, dice que el consumo de "dispositivos ha aumentado de manera dramática en todos los niños chilenos", que no solo tienen más acceso, si no que pasan tiempo excesivo usándolos.

Rocío Cortés, neuróloga infantil de Clínica Las Condes, dice que los primeros dos años de vida son un período sensible en el desarrollo del sistema nervioso central y la interacción del menor con el ambiente es clave. "Las tabletas o celulares limitan esta interacción, especialmente con los padres que son los que deben estimular su desarrollo, sobre todo del lenguaje", dice.

Sobre las aplicaciones para menores de dos años, la neuróloga explica que deben ser vistas como una "estrategia de interacción", supervisada por un adulto y no dejar a los niños solos. "La actividad de la tableta es muy estructurada y el menor necesita actividades que fomenten su creatividad e imaginación y para eso requiere interactuar con un adulto, no con un dispositivo móvil", agrega.

Para el jefe de la Unidad de Psiquiatría Infantil de Clínica Alemana, Alfonso Correa, el uso indiscriminado de tabletas y celulares, sobre todo en niños muy pequeños, genera riesgos. Además de la falta de interacción con los otros, Correa dice que el tiempo que dedica un pequeño a la pantalla es tiempo que quita a otras cosas, incluso quita tiempo de interacción con sus padres, afectando el desarrollo cognitivo y afectivo. "El tiempo en la tableta o en el celular, deteriora la relación padre e hijo y vuelve a los niños más ansiosos", dice Correa. Recién a los cuatro o cinco años, cree que los niños podrían tener un uso moderado de estos equipos.

Límites

Según Soriano, tampoco se trata de impedir el acceso de los niños a estos equipos porque "están aquí para quedarse", pero sí se deben poner límites y reglas. Además, los padres deben monitorear el contenido, porque por muy bueno que sea, debe ser limitado, sobre todo durante la noche para que no le reste horas de sueño.

Correa coincide. "Un niño de tres años que use indiscriminadamente una tableta es porque los padres no ponen límite y eso se ve, pero hay poca conciencia. Los papás consultan este tema de crianza cuando los niños son más grandes pero se ve desde antes. Los papás se dan cuenta que no está bien pasarle estos equipos, pero como con eso los niños se quedan tranquilo, les sirve momentáneamente. A veces se les va de las mano poner límites de uso", dice.

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