Diferentes factores son los que afectan e influyen en el envejecimiento de la piel. Entre ellos se encuentran las causas genéticas y el exposoma, término que se refiere a todas las exposiciones ambientales a las que se somete el ser humano desde su nacimiento, como los rayos UV, la contaminación, el estrés, la fatiga, el tabaco, o la luz azul.

Esta última, se refiere a la luz artificial emitida por los LED y pantallas digitales, las que generan una intensidad de luz visible y luz azul más alta que el umbral de confort visual. A esta nos sobreexponemos durante seis horas al día aproximadamente, además del tiempo en el que utilizamos dispositivos móviles.

Al ser consultado por la revista Vogue, el doctor Josep González Castro, dermatólogo y director del Instituto de Dermatología Avanzada (IDERMA) de España, precisó que, "la luz azul, la que desprenden computadores y móviles, está muy cerca del espectro de luz ultravioleta y por ello, sí que podría tener una influencia sobre el envejecimiento de la piel".

El especialista, enfatizó además que este factor influye sobre todo "en la aparición de manchas, pero solo si es una exposición muy intensa, durante tiempo y de forma prolongada".

En esa línea, en entrevista con The Huffington Post, a partir de un reportaje realizado por dicho medio en relación al tema, el doctor Joshua Zeichner, director de investigación de Dermatología cosmética y clínica en el Mount Sinai Hospital de Nueva York, aseguró que, "algunos datos sugieren que la luz visible de alta energía puede estar relacionada con el envejecimiento prematuro".

Zeichner, agregó además que, "en vez de bloquear esta luz directamente, podemos compensarla usando productos por vía tópica como antioxidantes, que actúan como extintores. Estos ayudan a neutralizar el daño de los radicales libres que puede estar causado por varias fuentes"