Paula 1115. Sábado 16 de febrero de 2013

En la galería Casa E, uno de los focos culturales más activos de Valparaíso, Rodrigo Canala y Gerardo Pulido montan una exposición conjunta con obras recientes. Bajo el rótulo Emblemas, los artistas -representados por Patricia Ready- juegan a transgredir la percepción visual. En sus obras convierten rejas de casas en esculturas geométricas y hacen que un material ordinario se transforme en una noble superficie de mármol o madera.

Si hubiera que clasificar las obras de Rodrigo Canala (40) y Gerardo Pulido (37), podríamos decir que se trata de un "formalismo caliente". Su trabajo es tan riguroso y neto como el de los artistas del Formalismo, una corriente internacional surgida en los 60 donde primaba la calidad formal de la obra. Los artistas comparten el mismo lenguaje austero y pulcro y la tendencia a utilizar formas geométricas. Pero, a diferencia de los antecesores –que pensaban que la imagen debía sostenerse en su pura visualidad– Canala y Pulido introducen connotaciones sociales y emocionales. Parodiando el lenguaje ornamental, en sus esculturas y cuadros abstractos usan brillos decorativos que remiten a fiestas populares, recubren materialidades para cambiar su apariencia haciendo un guiño a la cultura del maquillaje y dignifican objetos ordinarios que hablan tanto de pobreza como de transformar el desecho en lujo.

Ambos artistas han desarrollado, en forma independiente, obras que se concentran en la investigación del fenómeno objetual y visual. La muestra que ahora tienen montada en Casa E, Valparaíso, es su primer ejercicio en conjunto, que surge del intercambio como socios del taller Bloc (tallerbloc.cl), ubicado en la calle José Manuel Infante. Fue allí donde los artistas comenzaron a comentarse sus respectivas obras y a descubrir los hilos invisibles que los unían.

En su primera exhibición conjunta los artistas muestran varias obras realizadas individualmente y una sola obra realizada en conjunto, que aparece en esta fotografía. Se trata de una escultura fabricada con defensas (puntas metálicas de rejas) escarchadas y plateadas, atornilladas a una base hueca de madera aglomerada pintada con franjas de mármoles de distintos

colores. "Todo está recubierto", afirman los autores.

A primera vista, las obras de la exhibición Emblemas, parecen objetos muy formales, que se complacen en su propia

belleza. Sin embargo,cuando uno se acerca, descubre miles de referencias al mundo externo, sobre todo en el tratamiento

de las superficies, que ironizan con la decoración y la simulación de materiales, con la idea de engañar al ojo. Pero, más

allá de eso, la muestra no sólo es una experiencia visual, sino también el resultado de un proceso de búsqueda y colaboración

entre artistas

Los trabajos de Canala y Pulido modifican la experiencia espacial a través de gestos visuales que distorsionan la percepción, jugando en los límites de lo real y lo irreal, de lo auténtico y lo falso. Sus obras manipulan los sentidos, como cuando un material ordinario aparece camuflado bajo la engañosa apariencia de un material noble, o cuando un objeto funcional y feo (como la reja de una ventana) se transforma en una sofisticada forma abstracta en una fotografía.

De un tiempo a esta parte, Pulido viene pintando sobre troncos de madera. "Se trata de una vuelta decidida a la pintura",

dice el artista, aunque siempre sigue practicando un cruce entre distintos géneros.

Hasta el 3 de marzo. Lautaro Rosas 344, Cerro Alegre, Valparaíso.