Paula 1135. Sábado 23 de noviembre de 2013.

Dos nuevas editoriales chilenas se presentan con aire internacional y textos de autoras jóvenes consagradas: Edícola, que nace en Italia y publica en tres lenguas, ofrece los nuevos cuentos de la chilena Claudia Apablaza; Montacerdos, nombre que homenajea al autor peruano Cronwell Jara, trae las narraciones de la argentina Mariana Enríquez.

Mariana Enríquez editada por Montacerdos

La periodista argentina Mariana Enríquez (1973), subeditora del célebre suplemento Radar del diario Página 12, escribe narrativa desde 1994, y su pluma se ha vuelto radiantemente suelta, punzante y ágil. Tres relatos suyos, Cuando hablábamos con los muertos, Las cosas que perdimos en el fuego, junto a la novela breve Chicos que vuelven, fueron los elegidos por la nueva editorial Montacerdos, a cargo de los escritores Diego Zúñiga, Juan Manuel Silva y Luis López Aliaga, para comenzar una colección de narrativa latinoamericana, a la que se sumarán la chilena Romina Reyes –ganadora del premio a los mejores cuentos inéditos del Fondo del Libro– y el argentino Federico Falco. Los de Enríquez son textos tan asibles como densos, en los que habla sobre niñas de barrio, gente común o tristes criminales de bajo calibre que esconden pedazos atroces de la historia argentina y el insospechado suspenso de la vida corriente cuando el miedo y la insatisfacción se miran de frente. En Chile es conocida por su ensayo sobre Alejandra Pizarnik en el libro Los malditos (UDP), y actualmente prepara la biografía de la escritora argentina Silvina Ocampo. ($10.000, en Metales Pesados).

En versión impresa y ebook lanzó Edícola los últimos relatos de Claudia Apablaza.

Los últimos cuentos de Claudia Apablaza publicados por Edícola

Edícola es una pequeña editorial que nació en un kiosco familiar italiano en 2009 y que desde 2012 tiene su facción chilena, que es la responsable de editar el último trabajo de la chilena Claudia Apablaza en tres idiomas: italiano, español e inglés. Desde que ganó el Concurso de Cuentos Paula en 2006, Apablaza (1978) ha mantenido una producción literaria firme, aquí y en España. Tras publicar varios volúmenes de cuentos y generar un trabajo editorial variado, presenta estos nuevos relatos articulados sobre las presiones afectivas, de deseo, salud y felicidad. Son cuentos montados uno sobre otro hasta degradarse y terminar en listados y repeticiones, con la velocidad de los formatos de texto actuales (del blog al whatsapp) que apuran la existencia. La autora persigue con humor y sentido crítico los niveles más cotidianos y sutiles de esta intimidad hipertrofiada por la exigencia social y cultural, desde la alimentación hasta el amor, con mucho fitness y yoga. Territorios reconocibles –un café en la calle Manuel Montt, una casa vieja en San Francisco de Mostazal–, marcan el paso irónico y desenfadado de esta narradora incansable que se ríe de su necesidad de seguir adelante. $ 7.500 y $ 2.500 –el ebook– en www.edicolaediciones.com