El cuerpo humano está compuesto en un 60% por agua y las células del organismo están formadas principalmente por este líquido que permite disolver sustancias y usar nutrientes imprescindibles para nuestros procesos biológicos. No es de extrañar, entonces, que su consumo diario sea fundamental para la salud. Comúnmente se habla de dos litros de agua, pero ¿es esta la dosis adecuada para todos?

"Los dos litros son un promedio. Equivalen a aproximadamente ocho vasos, pero esto varía según el género, estado de salud y pérdidas de líquido como la transpiración", explica la nutrióloga Paula Klein. De hecho, el National Institutes of Health de Estados Unidos recomienda que los hombres tomen tres litros diarios; las embarazadas, dos y medio y las mujeres en periodo de lactancia, casi tres litros.

Los deportistas, dependiendo del nivel de exigencia y pérdida de líquido, deberían beber un mínimo de 230 ml cada 20 minutos de deporte.

También existen máximos que se deben considerar. La experta de clínica Klein & Klein cuenta que existe la intoxicación por agua, que suele presentarse en ingestas que superan los 10 litros, siempre y cuando sean personas sanas. Si se trata de alguien con problemas a los riñones, por ejemplo, debería consultar la dosis diaria con su médico tratante.

Los dos litros de líquido no tienen que ser de agua, aunque es lo ideal, pues no aporta calorías. "Todo cuenta: infusiones, alimentos e incluso las gaseosas, aunque no se recomiendan", dice.

¿Tomar agua mejora la piel?

Tomar suficiente agua ayuda a eliminar toxinas a través de la orina, además de mantener las células hidratadas, lo que de por sí podría mejorar el funcionamiento de todo el organismo, incluida la piel. Sin embargo, a la fecha no hay estudios concluyentes que lo demuestren. Para mantener la piel hidratada se recomienda usar productos que no estimulen la pérdida de agua como el ácido hialurónico, y evitar el contacto con agua caliente, especialmente en la ducha.

Otra forma de consumir agua es a través de frutas que contienen alto porcentaje. La sandía, la frutilla, el pomelo y el melón tienen un 90% o más de agua.