La fascinación por los crímenes de la vida real




Llegar a la casa después de un largo día de trabajo y desconectarse viendo una serie es probablemente el típico panorama durante las noches de semana, y para muchas personas las historias de crímenes de la vida real se han vuelto casi una adicción; les resulta difícil despegar los ojos de la pantalla o cambiarse a un género menos intenso. A pesar de la aparente contradicción, el true crime es una temática preferida por las mujeres para momentos de relajo y entretención. Según una encuesta conducida por YouGov en 2022, un 18% de las mujeres consultadas declaró que las historias de crímenes reales eran su género favorito y el 40% dijo que se encontraba entre sus contenidos preferidos. Pero la predilección por el true crime no se replica en los hombres que participaron en el estudio. Solo un 8% dijo que el crimen basado en historias reales era su género favorito y un 34% indicó que se encontraba entre sus preferencias.

Y, si bien la mayoría de los crímenes que se documentan en este tipo de programas basados en hechos de la vida real tienen como protagonistas a hombres perpetradores de crímenes, usualmente las víctimas de actos violentos —que van desde el secuestro y el abuso sexual hasta el asesinato—, son niños o mujeres. Se trata de relatos crímenes macabros que, muchas veces, incluyen en sus representaciones evidencia real, fotografías de la escena del crimen, imágenes de las víctimas, detalles escabrosos de los informes periciales y pruebas utilizadas en tribunales que dejan poco a la imaginación. Podría parecer que es este factor de crónica roja con alto contenido gráfico el gancho que captura y mantiene a las mujeres frente a la pantalla, sin embargo, la razón por la cual tendemos a volver una y otra vez a este tipo de programas va mucho más allá de simplemente una inclinación por el contenido gore o sangriento.

My Favorite Murder es un podcast del género del true crime que mezcla delitos y humor. Lleva casi 7 años al aire y cuenta con más de 30 millones de descargas mensuales según información publicada por FastCompany. En cada capítulo las narradoras cierran con una frase que se ha vuelto un símbolo del programa: “Stay sexy and don’t get murdered”. Y, precisamente el llamado a mantenerse seguras que hacen las autoras y relatoras del podcast sintetiza uno de los puntos importantes que, según los especialistas, llevan a las mujeres a consumir este tipo de contenidos.

La psicóloga clínica Carol Aravena Carrillo, especializada en trauma complejo y abuso sexual explica que, cuando se trata de true crime, puede haber un interés movilizado por el aprendizaje y autoprotección. “El consumo de contenido relacionado con crímenes reales puede ser una forma de adquirir conocimientos prácticos sobre cómo prevenir o protegerse de delitos”, explica la terapeuta. “Las personas pueden buscar información sobre técnicas de seguridad, consejos de autoprotección o incluso señales de alerta temprana en situaciones peligrosas”.

En el estudio Captured by True Crime: Why Are Women Drawn to Tales of Rape, Murder, and Serial Killers? publicado por especialistas de la Universidad de Illinois se complementa esta tesis. La investigación publicada en la revista científica Social Psychological and Personality Science habla de un interés de las mujeres en el crimen vinculado a las posibles consecuencias prácticas que puede tener para ellas esta información. “Las mujeres tienden a preferir crímenes reales en los que pueden encontrar datos sobre cómo defenderse de un atacante”, explica la publicación. En el estudio, los investigadores recopilaron datos sobre las preferencias de lectoria de los usuarios de Amazon y confirmaron que son las mujeres quienes se interesan principalmente por el género criminal pero, además, que existen importantes factores que determinan cuán atractiva resulta para ellas una determinada historia.

“El consumo de contenido relacionado con crímenes reales puede ser una forma de adquirir conocimientos prácticos sobre cómo prevenir o protegerse de delitos. Ahí, las personas pueden buscar información sobre técnicas de seguridad, consejos de autoprotección o incluso señales de alerta temprana en situaciones peligrosas”.

Y, tal como comenta la psicóloga Carol Aravena, el estudio mostró que aquellas narraciones que contenían información práctica y relevante desde el punto de la víctima, eran más cautivadoras para la audiencia femenina. “Muchos libros de true crime incluyen especulaciones respecto a las motivaciones que llevan a un individuo a cometer un asesinato”, explica el estudio. “Este conocimiento podría aumentar las probabilidades de que una mujer detecte señales en una ex pareja o en un extraño, que indiquen que la persona puede volverse violenta”, agrega. Las encuestas realizadas en este ámbito comprobaron que existe un mayor interés de parte de las mujeres en aquellas historias de crímenes que indagan en las motivaciones y entregan información sobre el perfil del victimario.

La psicóloga Carol Aravena enfatiza que percibirse como potenciales sujetos de crímenes violentos, no es la única razón que mantiene a muchas mujeres enganchadas a la pantalla. La especialista explica que las motivaciones pueden ser diversas y que también puede haber una fascinación por la resolución de casos y la labor de los investigadores y profesionales de la justicia. Otro de los elementos que suelen conectar a la audiencia femenina con estas historias, según explica la especialista, tiene relación con la empatía y la posibilidad de identificarse con las víctimas de un crimen. “Algunas personas, especialmente las víctimas de delitos pasados, pueden buscar historias similares a las suyas para sentirse comprendidas y encontrar apoyo emocional en comunidades en línea o grupos de ayuda”, explica Carol. “La identificación con las víctimas puede generar empatía y un sentido de pertenencia”.

A pesar de que a simple vista la fascinación con historias violentas puede ser un interés negativo y un tanto macabro que alimenta una sensación de amenaza inminente que no es real, Carol Aravena explica que es importante tener en cuenta que el gusto por historias de crímenes reales no es necesariamente negativo o morboso en todos los casos. Para muchas personas, el consumo de este contenido puede ser educativo, informativo o comprensivo. Sin embargo, aclara que para que esta predilección por las investigaciones y los delitos no se vuelva un hobby demasiado oscuro, es fundamental “mantener un equilibrio y una perspectiva crítica al respecto para evitar caer en un morbo exacerbado o en una visión distorsionada de la realidad”. Esa es la otra cara de la fascinación por el true crime.

Carol explica que cuando la atención a estas historias se vuelve excesiva, puede llevar a la sobrevaloración de los riesgos y a una visión negativa del mundo en general. “El cerebro humano tiene una tendencia natural a prestar atención a situaciones amenazantes, lo que es un mecanismo de supervivencia”, comenta. Sin embargo, cuando este foco se exacerba a través de la exposición constante a noticias de crímenes y violencia, puede llevar a un estado de ansiedad y temor poco saludable, según aclara la especialista. “Al igual que con el doomscrolling o la adicción a las noticias negativas, es importante ser consciente de cómo ciertos contenidos nos afectan emocionalmente y tomar medidas para proteger nuestra salud mental. Esto puede incluir establecer límites en cuanto al tiempo dedicado a consumir este tipo de historias, buscar fuentes de entretenimiento más equilibradas y positivas, y priorizar actividades que promuevan el bienestar y la tranquilidad”.

Pero, a pesar de las consecuencias que pueden tener estas historias macabras para quienes las ven, las leen o las escuchan, la atracción hacia lo que nos asusta pareciera ser algo inevitable. Algo que, probablemente, todos hemos experimentado de manera natural, incluso durante la infancia. Las reuniones entre amigos para contar historias de terror en la oscuridad, las noches de películas que incitan el miedo o juegos esotéricos que buscan el contacto con espíritus son todas formas de buscar esa euforia que generan las emociones intensas como el miedo. Carol Aravena explica que el miedo y la excitación están estrechamente relacionados en términos emocionales y que, “experimentar emociones intensas puede ser atractivo para algunas personas, ya que les brinda una sensación de adrenalina y un estímulo emocional único”, comenta. “Las historias de terror y los juegos que inducen al miedo ofrecen una forma segura de experimentar esa emoción intensa sin estar en un verdadero peligro”.

Y, si bien el morbo puede ser una explicación para el interés en historias de crímenes reales, los especialistas y estudios en el área coinciden en que está lejos de ser la única. Existen diversas motivaciones y factores socioculturales que inciden en el consumo de este tipo de contenido y la audiencia que lo prefiere. Independientemente de qué nos impulsa a seguir este tipo de contenido, no se trata de un tema que debiese ser vetado o entendido como un placer culpable. Pero sí es importante estar atentos a los efectos que estas historias generan en cada persona para no caer en la autosugestión negativa de convertirse en protagonista de una historia criminal.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.