Criptopeso: se abre la discusión por una moneda digital en Chile

En medio del boom de los pagos digitales, el Banco Central estudia la creación de un e-peso. Inclusión financiera, ciberseguridad y transacciones a un menor costo son algunos de los temas por resolver, que tiene expertos a favor y en contra.


Bitcoin, Ethereum, Litecoin, Cardano, Tether, Polkadot, y Ripple. Son algunas de las criptomonedas más conocidas en el mundo. Sin embargo, Chile no se ha quedado abajo de esta tendencia y durante el último tiempo ha sido uno de los países que mayor interés ha tenido en las monedas digitales.

Según la plataforma Coinformant Australia y su informe “Crypto Interest Index”, Chile es uno de los países donde más ha crecido el interés por las criptomonedas a raíz de la pandemia del Covid-19 y la digitalización de los pagos. “Chile tuvo un aumento increíble en las búsquedas de Google relacionadas con las criptomonedas del 707,1% y ocupa el segundo lugar en nuestro ranking general. Un poco más de 500.000 personas comercian actualmente con criptomonedas en el país”, dice el informe.

En medio de ese creciente interés, el Banco Central dijo estar estudiando la posibilidad de crear un “peso digital”. Así lo comentó Mario Marcel en el seminario “Innovación en la industria financiera: un impulso a la reactivación e inclusión financiera”, evento organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Ministerio de Hacienda de Chile.

La iniciativa está siendo estudiada por un equipo liderado por el consejero Alberto Naudon, y “entre las materias de análisis del grupo, están los objetivos, requerimientos y regulaciones para el desarrollo de una moneda digital emitida por el Banco Central, emitida de manera similar a los billetes y monedas, y que podría ser usada para que las personas puedan pagar en comercios y/o entre ellas o, alternativamente, para que las instituciones financieras puedan liquidar pagos entre pares”, señala el comunicado de la institución.

Bitcoin, LiteCoin, Monero, Ethereum, entre otras, son algunas de las tantas criptomonedas que existen hoy en día alrededor de todo el mundo.

El contexto tienen a los pagos digitales tomando cada vez más fuerza, con la utilización de aplicaciones bancarias y otras formas de pago a través de códigos QR que han facilitado las transacciones para muchos usuarios.

“La pandemia nos demostró que frente a las dificultades se abren oportunidades. Aquellos que no estaban digitalizados se decidieron a hacerlo rápidamente, de esa forma muchas compañías y personas se subieron al carro del comercio electrónico y de los pagos digitales. Esto generó un nuevo piso, donde las fintech demostraron ser un actor muy relevante para incluir a más personas en el sistema financiero”, explica Matías Spagui, director de Mercado Pago Chile.

Pero el desarrollo de monedas digitales por parte de bancos centrales supone un gran desafío mayor a la emisión de dinero físico en materia de estabilidad financiera y privacidad de la información de las transacciones. “Actualmente, las monedas digitales de bancos centrales (CBDC, por su sigla en inglés) son objeto de atención e investigación a nivel global ya que tienen el potencial de facilitar distintos objetivos de política pública, como fomentar la seguridad y resiliencia de los pagos, introducir nuevas opciones de instrumentos de pagos para el público, hacer que los pagos transfronterizos sean más rápidos y a un menor costo, fomentar la inclusión financiera, entre otros”, dice el comunicado del Banco Central.

Desafíos del criptopeso

Y si bien el dinero y las transacciones actualmente son principalmente digitales -a través de las aplicaciones de bancos- la implementación de un peso digital supondría algo diferente al estar emitido desde el banco central y no desde diferentes instituciones financieras.

“Eso permite que el Banco Central pueda tener mucha más información porque pueden directamente ver las transacciones que ocurren en el sistema. Y también, depende de cómo lleven la implementación, podría ser más fácil que, por ejemplo, si hay una fintech o empresa de startup de tecnología, que puedan integrarse al peso digital de forma directa y no tengan que pasar por un banco”, explica Javier Montoya, software engineer de Platanus.

Carlos Budnevich es economista y académico de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de los Andes. Desde su especialidad, ve con buenos ojos los que está estudiando el Banco Central. “Me parece que es completamente razonable y está dentro de lo que están haciendo los bancos centrales en general. Francia se encuentra en una etapa de desarrollo del tema de la criptomoneda, Rusia y Australia también. Lo que se ve a nivel internacional es que es del todo razonable empezar este estudio, analizar las consecuencias y qué impacto puede tener”, señala.

Algunos países, como China o Japón, e incluso Europa, han avanzado en el desarrollo de su moneda digital.

En términos económicos, Budnevich señala algunos beneficios de acuerdo a estudios internacionales sobre monedas digitales emitidas por bancos centrales. “Son más eficientes en términos de costo que el dinero físico. También promueven la inclusión financiera, lo que facilita que aquellas personas que no están dentro del sistema financiero formal podrían acceder a este dinero digital de manera más fácil, más segura y más convenientemente”, añade.

¿El problema y el desafío? Educar a la población para que exista una confianza y seguridad con respecto a su uso. Así como vemos que existen adultos mayores que difícilmente manejan el uso de tarjetas, esta nueva tecnología podría ocasionar dificultades para que esta generación se adapte.

Otro punto tiene que ver con el poder que hay desde la entidad que maneja la moneda. Actualmente las criptomonedas como el Bitcoin funcionan de manera descentralizada, algo que no sucedería de igual manera con el peso digital al ser el Banco Central su emisor.

“Es mucho poder y es fácil que haya un abuso, porque quien sea que tenga el control de esta moneda va a poder dictar cuáles son las reglas y de qué forma la gente va a poder gastar esa plata”, dice Javier Montoya, de Platanus.

Países como El Salvador, que comenzó en septiembre con el BitCoin como moneda de curso legal, han indagado también en las monedas digitales como medio de pago.

Spagui y Budnevich confían en el Banco Central como una institución segura para la emisión de la moneda digital.

“Que una institución seria, respetada y creíble como el Banco Central de Chile estudie este tema es una muy buena señal de que vamos en buen camino hacia la economía del futuro, donde lo digital será clave y el efectivo irá perdiendo cada vez más terreno y posiblemente quedará obsoleto”, dice Spagui, de Mercado Pago.

Por su parte, Budnevich añade: “Cuando un Banco Central toma la decisión de emitir este tipo de criptoactivos, de alguna manera hay una prueba de la blancura de que el Banco Central va a hacer todos los esfuerzos para dotar ese criptoactivo de todos los niveles de seguridad necesarios sabiendo que hoy día tenemos ataques de ciberseguridad que son complejos y de repente pueden hacer un irrupción. Sin duda alguna, un tema muy importante es el tema de la ciberseguridad y ahí hay un desafío tanto de los bancos centrales como de los emisores de criptomonedas”.

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