-¿Cómo se explica que el gobierno y Chile Vamos hayan llegado a esta situación?

-Hay una sucesión de peleas que se suman en corto plazo: el veto a los alcaldes, posnatal de emergencia, AFP. Y ya las relaciones venían tensas y complicadas. Segundo, para un sector de la coalición este tema de AFP es fundamental en afectar el modelo, lo que es injusto, porque en otros temas ha habido votaciones en que para otro sector son tanto o más sensibles, como cuando se votó a favor, por parte de Evópoli y algunos RN, la identidad de género. Además, ha habido una incapacidad de nosotros, presidentes y liderazgos de los partidos, para ir solucionando y conversando cada uno de los conflictos. Cuesta asumir la diversidad, ha sido muy difícil.

-Usted una vez dijo que este gobierno no entiende la cultura de coalición...

-A todos los partidos nos ha costado profundizar en la cultura de coalición. Nos quedamos con el esfuerzo original, donde construimos una coalición que se supone que era distinta, que no iba a quedar en torno a caudillismos, y de ahí en más empezamos a volver a las prácticas antiguas ya instalados en el gobierno: peleas por cargos, tironeos por proyectos propios sobre los colectivos. Eso fue generando que la coalición se fuera desdibujando en términos institucionales.

-El analista político Daniel Mansuy decía que “el piñerismo nunca ha sido un proyecto colectivo”. Michelle Bachelet tampoco era alguien que cuidara con mucho cariño a los partidos de la Nueva Mayoría, pero igual -dentro de todos los conflictos que hubo en ese bloque con la DC- se articulaban en torno a ella. En el caso de ustedes, no se ve eso…

-Los partidos no hemos sido capaces de aprender de los ejemplos, como el de la Concertación, donde hubo cultura de sociedad y conciencia de lo trascendente que era mantenerse unidos; además, el ejemplo de hacer ver la diferencia como un plus, no pretender aplastarla como señal de división. No es responsabilidad del Presidente, es de los partidos. Ahora, sí creo que al gobierno le falta mirar un poco más allá del 11 de marzo de 2022. No veo al gobierno pensando en la continuidad de Chile Vamos al mando del país.

-Usted ha levantado temas que han incomodado a los sectores más conservadores de Chile Vamos. Y muchos de ellos consideran que usted no actúa siempre con sentido de coalición. ¿Cómo lo ve?

-Me ha faltado más, quizás, dialogar, conversar. He tratado de hacerlo, pero, bueno, quizás ahí ha faltado un poco de conversación con los aliados. No hay duda que mi gestión, para bien o para mal, está un poco marcada por lo que pasó en octubre, en donde tuvimos diferencias importantes. Y de ahí ha sido muy difícil reunirnos y tratar de reencauzar la coalición. La otra autocrítica que puedo hacer es que de repente a mis cercanos y a mí se nos ocurren ideas o propuestas, y quizás las debiéramos haber conversado con la coalición primero. Eso no siempre lo he hecho. Reconozco que es un error. Pero de ahí a tratar esas ideas como de izquierda o populistas, es una reacción no sólo exagerada, sino que tiene una intención de dañar.

-¿Qué les diría a Larraín Matte y a Van Rysselberghe?

-Les diría a ellos y también a Rodrigo Caramori (presidente del PRI) que conversemos los cuatro a puertas cerradas lo más luego posible y que salgamos retomando la convicción que teníamos como coalición hace un año, en agosto del año pasado. Les diría que tenemos una responsabilidad demasiado grande como para no hacer ese esfuerzo.