Exministro Juan Andrés Fontaine defiende que el Consejo Constitucional haya quitado facultad al Banco Central para comprar bonos del Fisco

Juan Andrés Fontaine. Foto: Andres Perez

El Partido Republicano eliminó un inciso que autorizaba al ente rector para comprar en el mercado secundario, instrumentos de deuda del Fisco en situaciones excepcionales. Y si bien hay economistas, expresidentes y exconsejeros del BC que acusaron que es un gran error; el exministro de Economía de Sebastián Piñera está de acuerdo con que no se haya incorporado dicha facultad. Acá explica sus razones.


Este martes el pleno del Consejo Constitucional votó el capítulo XII sobre el Banco Central (BC), donde aprobaron las normas que había propuesto la comisión de Función Jurisdiccional y Órganos Autónomos. Eso implica que se suprimió un inciso del anteproyecto de nueva Constitución que redactó la Comisión Experta, pese a que Chile Vamos hizo intensas gestiones para reincorporarlo previo a la votación del pleno, las que no fructificaron.

El inciso que fue suprimido por los representantes del Partido Republicano y que desde la centroderecha querían reincorporar, establecía que “en situaciones excepcionales y transitorias, en las que así lo requiera la preservación del normal funcionamiento de los pagos internos y externos, el BC podrá comprar durante un período determinado y vender, en el mercado secundario abierto, instrumentos de deuda emitidos por el Fisco, de conformidad a lo establecido en la ley institucional”.

Esa corresponde a una facultad con la que actualmente cuenta el BC, ya que en 2020, en el marco de la pandemia por Covid-19, el Congreso aprobó un proyecto de reforma constitucional que justamente tenía ese único objetivo.

Este jueves, economistas, expresidentes y exconsejeros del BC acusaron de que es un gran error haber suprimido dicho inciso del borrador de la nueva Constitución. Sin embargo, el exministro de Economía y de Obras Públicas de Sebastián Piñera, Juan Andrés Fontaine, está de acuerdo con que no se haya incorporado dicha facultad.

“En relación a la supresión de la facultad para comprar deuda pública en situaciones de crisis, que también ha sido polémica, siempre me pareció una atribución innecesaria para el BC y con algún riesgo de mala utilización. Así lo hice presente en el debate parlamentario respectivo. En cualquier caso, esa facultad hoy está muy limitada y es improbable que se use”, comenta el consultor macroeconómico y socio principal de Fontaine, Uriarte y López.

En resumen, señala que lo aprobado por el pleno sobre el BC, “aunque siempre es perfectible, quedé conforme con lo aprobado (...). Conserva todo lo esencial de la actual institucionalidad de BC -hoy tanto en la Constitución como en la Ley Orgánica Constitucional- y que ha demostrado funcionar muy bien por más de 30 años. Hace un par de cambios menores de redacción, que algunos piensan podrían ser mal interpretadas, pero que en lo probable es que no impliquen cambio alguno respecto de la práctica actual”.

Entre quienes argumentan que debería incluirse esta facultad, está el exvicepresidente del BC, Joaquín Vial, quien señaló este jueves que “prácticamente todos los bancos centrales del mundo usan esta herramienta para la ejecución normal de la política monetaria en el día a día. Aquí se ha reservado para casos excepcionales”.

Consultado al respecto, Fontaine comenta que “efectivamente es frecuente que los bancos centrales de otros países hagan política monetaria comprando y vendiendo títulos de deuda pública en el mercado. Pero no es indispensable. Hay muchas otras maneras de inyectar o extraer liquidez en la economía, que es lo que las políticas monetarias buscan. Hacerlo con títulos estatales tiene ciertas ventajas, pero puede prestarse para abusos. Por ejemplo, que indirectamente opere como un vehículo de financiamiento fiscal con emisión de dinero, algo que sabemos es peligroso. Que el proyecto constitucional restablezca la prohibición que operó hasta hace un par de años -y que no impidió una política monetaria activa en pos de la estabilidad- no me parece entonces en absoluto erróneo”.

Si bien el BC nunca ejecutó esta facultad, los principales bancos centrales, como la Fed o BCE, lo han hecho en el pasado, tanto para enfrentar la crisis subprime como la pandemia. Consultado al respecto, el economista de la Universidad de Chicago comenta que “es efectivo que los bancos centrales de EEUU y Europa fueron especialmente activos en la compra de bonos estatales de largo plazo tanto durante la crisis financiera global como en la pandemia (y que al librar de pérdidas financieras a importantes operadores les ha valido muchos aplausos). Pero lo cierto es que no hay consenso en que ello haya sido tan buena idea, al menos en la magnitud y forma en que se hizo”.

Sobre ello, Fontaine agrega: “El problema de estas acciones es que involucran a una entidad estatal en la administración de un precio clave -la tasa de interés de largo plazo- y ello puede introducir distorsiones graves. De hecho es plausible que esas intervenciones hayan aplanado artificialmente la curva de rendimiento los títulos estatales y favorecido un amplio descalce de plazos en la intermediación financiera. En días recientes los mercados parecen haber deducido que los bancos centrales ya no seguirán apuntalando artificialmente el valor de los bonos estatales de largo plazo y el correspondiente desarme de enormes posiciones en tales títulos -financiadas ellas a corto plazo- estaría propiciando una brusca y peligrosa alza en los intereses de largo plazo en EEUU. Aunque hay situaciones excepcionales, es en general mejor que los bancos centrales se abstengan de ese tipo de prácticas”.

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