La Barcelona frenteamplista que se ilusionó con Guillier

barcelona

En la ciudad catalana, el lugar donde más chilenos se inscribieron para votar desde el extranjero, el candidato de la Nueva Mayoría se impuso en el balotaje con el 72% de los votos. En primera vuelta, la candidata del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, ganó con el 44%. Cifras similares se replicaron en los otros locales de votación de todo el mundo. Fue una alegría que duró pocas horas.




El "¡Visca el President!" fue uno de los gritos en catalán, y en tono de broma, que improvisaron algunos chilenos que llegaron ayer hasta la Escuela de Administración Pública de Cataluña para presenciar el conteo de votos de las seis mesas de Barcelona y que dio por ganador al candidato de la Nueva Mayoría, Alejandro Guillier, con 72% de las preferencias. En tanto, el ex Presidente y abanderado de Chile Vamos, Sebastián Piñera, quien finalmente resultó electo, consiguió el 27%.

Fueron 801 personas las que votaron en esta segunda vuelta, 59 menos que en la primera cuando lo hicieron 860 y que dio por ganadora esa vez a la candidata del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, con el 44,6% de las preferencias. La periodista obtuvo en noviembre pasado 381 votos, mientras que Guillier esa vez logró 205. Gran parte de esa votación se fue hacia al candidato oficialista, que en el balotaje alcanzó 571 votos.

[ze_adv position="adv_300x100" ]

Piñera, en tanto, sumó en primera vuelta 168 votos en Barcelona mientras que el diputado José Antonio Kast logró sólo 28. Ahora, el ex Presidente subió su votación, alcanzando 214 votos.

La fotografía de Barcelona fue representativa de lo que sucedió en otras ciudades del mundo. En el conteo de las 172 mesas dispuestas en el extranjero, el candidato de la Nueva Mayoría logró el 69% de las preferencias mientras que el de Chile Vamos se quedó con el 30%.

La cautela

Y si bien fue poca la diferencia entre los votantes de primera y segunda vuelta, eso se notó en la afluencia durante el día y que hizo también que esta vez no se hicieran largas filas para votar. "En esta pasada fue todo más rápido, antes tuve que hacer una cola de 20 a 25 minutos", dijo Javier Quintana (29) tras sufragar.

La jornada en la sede catalana, el lugar donde se inscribieron 1.852 personas para votar, el padrón más grande del extranjero, comenzó temprano. A eso de las 8:30 de la mañana ya estaban cuatro de las seis mesas listas para abrir, sin embargo, el retraso de dos vocales hizo que todo estuviera dispuesto a las 9:10. A esa hora, cuando ya se sabían algunos resultados de Australia y Nueva Zelanda, comenzaron a llegar los primeros votantes.

[ze_adv position="adv_300x250-A" ]

Y si en la primera vuelta se hicieron largas filas para sacarse fotos con el lienzo donde se leía "Más chilenos votan" en esta sólo unos pocos lo volvieron a hacer. La emoción y la alegría que caracterizaron a la sede de Barcelona en noviembre, ayer se convirtieron en seriedad y nerviosismo. De hecho, muchos votantes no quisieron hablar con los medios de comunicación excusándose con lo cerrada que podía estar la elección.

Uno que sí habló fue Óscar González (82), que se hizo conocido en la primera vuelta luego de emocionarse ante las cámaras de Canal 13 tras votar después de 37 años y que hizo, incluso, que la Presidenta Michelle Bachelet lo saludara por Twitter. "Vengo llegando de Chile. Estoy agradecido de quienes me saludaron, le agradezco a la Presidenta también, esperamos que si hay salud pueda votar en cuatro años más", dijo a PULSO.

[ze_adv position="adv_300x250-B" ]

A eso de las 14:30 (hora local) llegó un bus con 38 chilenos a bordo provenientes de Alicante y Valencia para votar en la sede más cercana a sus provincias. Hicieron lo mismo que en primera vuelta: viajar cuatro horas desde sus ciudades hasta Barcelona, pero esta vez lograron sumar a diez personas más al bus. Luego de que la mayoría del grupo votara, con guitarras y panderos, entonaron la famosa canción de Violeta Parra "Gracias a la vida".

Abucheos y catalán en el conteo

A diferencia de la primera vuelta, los comandos de ambas candidaturas se preocuparon de tener un apoderado por mesa en Barcelona. Sólo dos tuvo Guillier en la primera vuelta para las seis mesas, y Piñera logró reunir cinco. En esta vuelta, cada candidatura tuvo seis apoderados que supervisaron el conteo de votos sin inconvenientes, contrario a lo que pasó en varios locales de votación en Chile. "Por un tema de disponibilidad no pudimos tener seis apoderados en la primera vuelta, ahora logramos los seis pero al igual que en noviembre todo se desarrolló en orden", dijo Grimaldina Salinas, apoderada de mesa del candidato de la Nueva Mayoría.

[ze_adv position="adv_300x250-C-net" ]

Pasadas las 18 comenzó el conteo de votos con la presencia de muchas personas que se acomodaron como pudieron alrededor de las seis mesas del local. La primera mesa en ser contada, donde menos personas podían votar, marcó lo que ocurriría en el resto. Apenas se pronunciaba la g de Guillier, la mayoría de los asistentes aplaudía o gritaba. Y cuando el vocal no alcanzaba a nombrar al ex Presidente, los abucheos se hacían notar.

El hecho hizo que varias veces los representantes del Servel pidieran silencio, pero eso no impidió que muchos adherentes del candidato de la Nueva Mayoría celebraran cada voto a su favor. Incluso, cuando ya quedaban dos mesas por contar los gritos cambiaron de castellano a catalán. "¡Guanyarem! (ganaremos)", se escuchó en reiteradas ocasiones en la Escuela de Administración Pública de Cataluña.

Tras el cómputo, adherentes de Guillier comenzaron a socializar entre los asistentes que la "celebración" sería en un local próximo de la Plaza España, cerca del centro de Barcelona. Una fiesta que finalmente no fue más que ilusión.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.