Científicas chilenas buscan prevenir enfermedades cardiovasculares a través de la leche materna

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Un grupo de investigadoras proyectan determinar la relación entre ciertas proteínas en la leche materna y la advertencia de posibles enfermedades cardiovasculares, tanto para la madre como para el hijo o hija.


¿Qué nos puede decir la leche materna sobre la salud de la madre? Según un grupo de investigadoras, este brebaje contiene múltiples nutrientes para el desarrollo del hijo e hija durante la lactancia. Pero, al mismo tiempo, este blanco fluido puede también acusar distintas enfermedades que tiene o podría tener tanto la madre como su descendencia directa.

Así es como la investigadora postdoctoral, Reyna Peñailillo, del Laboratorio de Biología de la Reproducción del Centro de Investigación e Innovación Biomédica de la Universidad de Los Andes analiza y busca biomarcadores capaces de predecir y atender precozmente la existencia de patologías en el metabolismo de la madre y/o el hijo.

En concreto, esta investigación, que también desarrolla con las investigadoras de la Universidad San Sebastián, Susana Contreras y María José Yáñez, busca relacionar la hipercolesterolemia materna durante el embarazo, es decir, la elevación de los niveles de colesterol, y el riesgo cardiovascular en madres e hijos.

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“A las mujeres normalmente les sube el colesterol durante el embarazo, pero hay una investigadora llamada Andrea Leiva, que trabaja con nosotros, descubrió que hay un 30% de las mujeres que desarrolla una hipercolesterolemia supra fisiológica, que son sobre los 280 mg/dL total”, describe Peñailillo.

A pesar de que esta condición sitúa a las mujeres embarazada en un riesgo cardio metabólico, “nadie estudia a estas mujeres porque en los análisis regulares durante el embarazo se da por sentado de que este sube”, agrega la investigadora. Así es como esta investigación, según las palabas de Peñailillo, trata de advertir que estas mujeres podrían estar en riesgo cardio metabólico en el futuro.

“No sabemos si esas mujeres siguen con altos niveles lipídicos después del embarazo, en el postparto, y lo que se ha reportado es que estas mujeres sí han podido tener lesiones a las arterias”, agrega. Gran parte de este estudio apunta a evaluar cuáles son los riesgos metabólicos de estas mujeres en el postparto, y saber también si hay riesgo para el hijo o hija.

A esto, la científica agrega que en estudios preliminares se ha visto que recién nacidos podrían presentar lesiones ateromatosas (a las arterias) durante los primeros meses de vida.

Reyna Peñailillo. Foto: UAndes

Los biomarcadores en la leche materna que pueden prevenir enfermedades cardiovasculares

A propósito de este interés de saber más sobre la salud de las mujeres embarazadas y posteriormente en etapa de lactancia, las investigadoras de la universidades de los Andes y San Sebastián analizarán la leche materna para encontrar biomarcadores que puedan dar indicios de alguna enfermedad que se pueda desarrollar en el futuro.

“La leche es una fuente de biomarcadores y de mucha información que nos habla sobre el estado de salud de la madre, del niño. La estamos investigando y encontramos que es un fluido bioactivo que nos da mucha información, y por eso la queremos investigar”, anticipa Peñailillo.

Aunque, eso sí, no necesariamente estos indicios se pueden encontrar de forma exclusiva en la leche materna. Esto, según da cuenta Peñailillo, ocurre porque las enfermedades pueden ser transmitidas tanto en la lactancia como también in-útero. “También estamos haciendo ecografías antes de que nazca la guagua”, agrega.

En concreto, las investigadoras postulan que la leptina, proteína que cumple una función endocrina, así también como micro-RNA y otros marcadores del metabolismo lipídico en la leche materna pueden expresar el desarrollo de una patología en el futuro.

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Siempre la lecha materna es un beneficio para el lactante, pero también la leche va cambiando de acuerdo a las enfermedades de la mamá o a los requerimientos del niño. “No es que la leche esté causando estas enfermedades, sino es que nos ayuda a saberlo a través de ella”, advierte Peñailillo.

La idea, según detalla, es que una vez sean identificados estos biomarcadores, se puedan realizar ensayos funcionales para saber con certeza qué rol podrían tener en el riesgo cardiovascular, tanto para la madre como para el o la lactante.

“La idea es seguir evaluando a estos niños a mediano y largo plazo para evaluar si tienen un riesgo cardiovascular, como el colesterol alterado o que tengan enfermedades no transmisibles como la obesidad o dislipidemia, y el objetivo es seguir hasta los 6 meses, porque ahí ocurre la lactancia exclusiva. Después de eso esperamos seguir evaluando al año de vida para estudiar si aparecen nuevas alteraciones en la arteria carótida, por ejemplo, o otra lesión ateromatosa”, complementa.

A esto se suma también la intención de estudiar con mayor detalle la hipercolesterolemia en el embarazo, algo que no está muy abordado en estudios científicos. “Todo esto, para que se integre en la pesquisa normal durante un embarazo, o a los exámenes de rutina para detectar enfermedades a tiempo”, concluye la científica.

El proyecto cuenta con un plazo de 18 meses, durante los cuales se reclutarán participantes y se recolectarán muestras para determinar los biomarcadores. Este proyecto ha sido seleccionado en el I Concurso Interuniversitario de Iniciación en Investigación Asociativa, convocado por la Red Interuniversitaria que integra a nueve universidades chilenas.

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