¿Quién tiene la posibilidad de negociar sus condiciones laborales directamente con el ministro de Hacienda? ¿Quién aspiraría siquiera a soñar con un aumento de sueldo cada año? ¿Quién podría declararse en huelga, sin mediar ninguna negociación colectiva ni recibir sanciones por ello, pese a estar violando expresamente la ley?
Nadie, ¿no le parece? Salvo los empleados públicos, los mismos que acuden en masa a votar porque, ante la posibilidad de un cambio de gobierno, son también los únicos que, antes que las necesidades del país, se juegan su puesto laboral.
Esta semana han efectuado una nueva demostración de su evidente poder monopólico, mediante un paro "de advertencia" por tres días. Saben que representan un voto duro y que, de una u otra forma, el gobierno tendrá que ceder si los quiere movilizándose por Guillier.
Su peso electoral es tan evidente que hasta el mismo Piñera tuvo que desdecirse y dar explicaciones cuando amenazó con racionalizar el sector público, dejando en evidencia una de las contradicciones que seguramente le jugó en contra el pasado domingo.
¿Qué importan las miles de personas esperando por un trámite? "Pero si hacemos turnos éticos", dirán en su defensa.
¿Me pueden explicar de dónde sacaron eso? Los comportamientos éticos tienen el cumplimiento de la ley como punto de partida. No hay ética posible cuando ni siquiera se respeta el estándar legal.
Venimos saliendo de una controvertida movilización de los trabajadores portuarios. Sume a eso que Aduanas ya estuvo varias semanas en huelga este año y que ahora también se plegó al paro. ¿Acaso nadie toma en cuenta que vivimos en un país, básicamente, exportador?
Más encima ocupan cargos prácticamente inamovibles, se resisten a cualquier idea de modernización y diseñan sistemas de evaluación a su pinta, por lo que no es extraño que terminen todos calificados con brillante desempeño.
Como los fiscales del Ministerio Público, dispuestos a acelerar los cierres de expedientes con tal de aparecer eficientes. Pero ello es motivo suficiente para dedicarles una próxima columna.







