Como todos los años, pasamos por la "semana festivalera del SIMCE", con los habituales desgarros de vestiduras. Esta "inocente medición" tiene efectos bastante letales para la salud integral del sistema educativo. Pero es lo que hay por hoy.

¿Qué es el SIMCE?

Los números de algo sirven: no son una medida de "salud educativa", pero si de "enfermedad educativa". Un SIMCE de 300 puntos, más que decente, es lo que logran en promedio los colegios del estrato socioeconómico alto. ¿Significa eso "alta calidad educativa"? No necesariamente. Los valores, creatividad, oralidad, empatía de los alumnos podrían ser pésimos. Pero es como un termómetro: esa escuela al menos no tiene fiebre.

A la inversa, un SIMCE de 200 puntos es una señal cierta de enfermedad: casi la totalidad de los niños no alcanza niveles de aprendizaje mínimos necesarios. No están aprendiendo nada de lenguaje, matemáticas, o lo que sea.

Breve mirada a los datos.

Veremos sólo datos de 2º Medio, cerca del fin del ciclo escolar. El partido casi jugado. En la siguiente tabla se muestran los datos de comprensión lectora y matemáticas para 2006 y 2016, una década completa, para ver si ha habido progreso en estas dimensiones para el promedio del país. Mostraré también el año en que el país alcanzaría unos sensatos 300 puntos si sigue a este ritmo:

Destacamos además que la inequidad de resultados persiste ferozmente. Las escuelas del nivel socioeconómico más alto obtienen un muy decente 332 puntos en matemáticas, las del quintil más pobre 222… para llorar. Una paradoja triste: la brecha se está acortando en comprensión lectora, pero no por mejora de "los de abajo" sino por caida persistente de "los de arriba". ¿Serán los smartphone o el "no estar ni ahí"? Nadie lo sabe con certeza, pero estos chicos del barrio alto son cada día menos capaces de comprender un texto largo y de mediana complejidad.

Patético. ¿Verdad?  Estos datos son por cierto consistentes con los que nos entrega la OCDE en base a los resultados del test de comprensión lectora y aritmética en adultos de 15 a 65 años. Según los más recientes resultados, Chile es el peor de este club. En estas mismas pruebas, por los últimos 18 años, Chile se ha mantenido perfectamente "estable dentro de su gravedad". Todo calza, pollo. Las cifras representan el porcentaje de trabajadores con inadecuadas capacidades de comprensión lectora y/o aritmética. Y así dicen que podemos ser competitivos… y la Comisión Nacional de Productividad habla de todo menos de esto.

Porcentaje de trabajadores con inadecuada comprensión lectora y/o aritmética. OCDE 2016
Chile 65
Turquia 51
EEUU 26
Finlandia 11
Japón 8

¿Se puede avanzar mucho más rápido?

Si. Estamos convencidos.

La verdad es que en Educación 2020 estamos "on fire". Nuestro punto de partida es una metodología revolucionaria, probada ya por más de 5 años en nada menos que 9 mil escuelas de México, con resultados impactantes. Se llama Redes de Tutoría: esta estrategia, que es esencialmente aprendizaje entre pares,  ha contribuido a que los alumnos del quintil más pobre hayan logrado en menos de 5 años IGUALAR los resultados de aprendizaje de los colegios particulares pagados de ese país... con los mismos profesores.

Esto es inédito en el mundo y ha sido avalado por la UNICEF, UNESCO y connotados especialistas internacionales. En Octubre del 2015 comenzamos a implementar Redes de Tutoría en 7 Liceos rurales de la Araucanía. Esta experiencia nos ha permitido diseñar un piloto a mayor escala, focalizado por ahora en las regiones de Araucanía, Los Ríos, Metropolitana y Valparaíso, de modo dentro del segundo trimestre de 2018, le entreguemos al gobierno, del color que sea, los resultados del piloto evaluados por un ente externo a nosotros, y lo más importante, acompañado por un detallado plan para la implementación a escala nacional.

La generosidad mexicana ha sido infinita, y por ello contamos con un convenio de colaboración con el Consejo Nacional de Fomento Educativo de México (CONAFE), que está hoy implementando esta metodología en nada menos que 35 mil escuelas!  3 veces el tamaño del sistema escolar chileno.

Ya contamos en Chile con 30 escuelas que se han sumado a este piloto, financiado hasta ahora por un grupo de 11 empresas. Están distribuidas en 27 comunas, y si desea conocer las experiencias basta con que nos escriba. Los alcaldes que hasta hoy han creido en esto como para tirarse a esta piscina llena de agua con al menos una escuela son, en el centro del país:  Las Condes, Talagante, San Bernardo, El Monte, Ñuñoa, Independencia, Puente Alto, San Joaquín y Santiago.

En las Regiones de Araucanía y Los Ríos: Angol, Valdivia, Vilcún, Curacautín, Loncoche, Victoria, Nueva Toltén, Puerto Saavedra, Carahue, Nueva Imperial, Freire, Teodoro Schmidt, Cholchol y Lautaro.

Los resultados hasta ahora han sido sorprendentes: el nivel de entusiasmo de profesores y estudiantes ha superado las expectativas, el desarrollo en autoestima y capacidad de expresión oral, la creatividad en la construcción de temas, el avance en la capacidad para "aprender a aprender" ha sido impresionante, los estudiantes han mejorado sus notas y la asistencia a clases, el vínculo entre estudiantes y con sus docentes se ha fortalecido mucho. Aquí se puede ver en 3 minutos el testimonio de estudiantes y directivos: https://vimeo.com/195813843

Epílogo.

Los aprendizajes en Chile han estado completamente estancados, ya casi por dos décadas. Estamos convencidos que, con los mismos profesores y muy pocos recursos, bastando el convencimiento de sostenedores y directivos públicos o privados, en 4 años se puede dar un cambio revolucionario, no sólo en los aprendizajes, sino en la confianza y empatía del sistema escolar chileno y sus apoderados. No se requieren nuevas leyes ni cambios curriculares, sino solamente darle espacios de libertad y flexibilidad para innovar a todas las escuelas del país.