Cuando cuestionaron a Bad Bunny

“¿Cómo traes a delincuentes?” fue el cuestionamiento que recibió el productor ejecutivo del Festival de Viña, Daniel Merino, cuando se propuso traer al puertorriqueño Bad Bunny al Festival de Viña 2019. Merino había asumido el cargo al comienzo de la alianza temporal de TVN y Canal 13 para organizar y televisar el evento. Por entonces, Bad Bunny era un cantante de trap con letras explícitas que acababa de lanzar su primer álbum, X 100pre, además de algunas colaboraciones con gente como Becky G y Jennifer López. Era un estrella en ascenso, lejos del impacto que tiene hoy, y la organización quiso jugarse por traerlo. Pero además, marcar un sello que se mantuvo en los cuatro años de administración.

“Eso marcó el comienzo de dar esas peleas para poner talentos que tienen un futuro muy prometedor. Es como apostar en verde, básicamente, lo que después pasó con Karol G, la Nicki Nicole, y yo creo que va a pasar con Manuel Turizo, María Becerra y Young Cister”, apunta Merino mientras recibe a Culto en una sala en las entrañas de la Quinta Vergara.

Según él, hubo autoridades y ejecutivos que tuvieron resquemores por la presencia del “conejo malo” en Viña. “En esa oportunidad fue muy complejo porque empezaron con el tema de pedir más seguridad porque era Bad Bunny y podía traer delincuentes y gente mala, en fin, puro prejuicio. Y es loco porque tiempo después hicimos los dos Movistar Arena y tres años después hacemos los shows en el Estadio Nacional...y la misma gente que me dijo que era un delincuente después me estaba pidiendo que le regalara tickets para el estadio. Entonces fue muy loco”.

¿Y conocía Bad Bunny al Festival de Viña? “Sí, y es algo muy loco porque a los artistas tú les dices Festival de Viña y ellos siempre van a su recuerdos de infancia y a los de sus padres. De hecho, ahora acaba de venir Mora. Sus padres nunca van a sus shows y ahora vinieron al show de Viña porque para ellos era algo impactante estar acá”, detalla Merino.

En esa ocasión, Bad Bunny no tuvo mayores exigencias. “No, nada. Lo que sí, él evita todo lo que sea VIP, es decir traer gente al VIP para que saque fotos con él. Eso no. Prefiere solo concentrarse en el show. En ese tiempo era otra persona, con otra actitud, otro look. Yo creo que la música lo ayudó a ser lo que es hoy día, un artista completo, pero en ese tiempo era como muy tímido. Ahora, tengo que decir el que tipo mantiene su esencia hasta el día de hoy, no se pone a pedir cosas como loco y es muy agradecido. Por ejemplo cuando hicimos los estadios, en esa gira él no se sacó foto con ningún promotor o productor en todo el Tour, de ni Estados Unidos ni en Sudamérica. Y con nosotros si se sacó, porque se acordaba de que habíamos hecho cosas juntos cuando era más pequeño”.

Daniel Merino, productor general del Festival de Viña

Un piso para Jani Dueñas

Uno de los shows más recordados de ese Viña 2019, pero no precisamente por su éxito, fue el de la comediante Jani Dueñas, una de las precursoras del stand up en Chile. El año anterior había estrenado el especial de humor Grandes fracasos de ayer y hoy en la plataforma Netflix, el que fue elegido entre los 10 mejores especiales de comedia de esa temporada por la revista Time, por lo que llegaba al Festival con buenos antecedentes.

Pero le tocó una situación difícil; salió al escenario tras el salsero Marc Anthony, quien había despachado un muy buen show, por lo que el “Monstruo” exigió su regreso al escenario. Ahí debió salir Dueñas, pero su rutina no logró convencer al respetable y promediando los diez minutos de show se comenzaron a sentir las primeras pifias. Finalmente tras la entrada de los animadores Martín Cárcamo y María Luisa Godoy salió del escenario tras 35 minutos en que incluso confrontó al público.

FOTO: LEONARDO RUBILAR CHANDIA/AGENCIAUNO

Horas antes, durante la prueba de sonido, ya había ocurrido un incidente que marcó cómo estaban los ánimos en el equipo de la comediante. “Pasó algo que me dejó marcado -recuerda Daniel Merino-. Yo vengo al soundcheck de ella y alguien de su equipo me dice: oye nosotros pedimos un piso. Yo le digo, si pos, acá está el piso. Pero me dicen: no, es que tiene que ser negro. Ahí yo dije, chuta, esta cosa viene mal. Esas cosas son las que te encienden la alerta, porque uno dice pucha ¿cómo alguien va a hacer problema por un piso? ese mismo día en el soundcheck tuvimos que pintar el piso de color negro, entonces yo digo ¿realmente hace diferencia eso?

Y a pesar de los cuestionamientos que hubo hacia la labor de los animadores en esa oportunidad, Merino defiende lo que hicieron. “En esa oportunidad el público estaba siendo muy claro con ella de una, no había espacio de margen. Los animadores hicieron lo que les correspondía hacer, que es salir a a despedirla de la audiencia, porque el animador tiene que hacer lo que está pidiendo el público. Después yo solamente hablé con su equipo, era todo muy triste. O sea, a nosotros no nos gusta que un artista te vaya mal. Se trabaja meses para que eso no pase, se le ayuda con la rutina. Nosotros tenemos ánimo colaborativo con ellos, igual que los artistas que se les dice les dice mira, construyamos rating, pongamos tus hits aquí o acá”.

La arenga de Ricky Martin y una conversación con Mon Laferte

El año siguiente, el 2020, el Festival estuvo marcado por el estallido social. Hubo manifestaciones y desmanes en las afueras del Hotel O’Higgins e incluso amenazas de tomarse la Quinta Vergara. “Las amenazas eran ciertas y toda esa información era abrumante -recuerda Daniel Merino-. El primer día, cuando parte esto, vemos en las cámaras de seguridad la quema de autos en las calles. Bueno, nosotros tenemos 150 vans dando vueltas para el transporte interno. En ese primer día perdimos como 20 que nos hicieron trizas, les rompieron ventanas, les prendieron fuego. A mi equipo le dije no me importa si ustedes tienen que salir y dejar las cosas botadas, no se preocupen de eso. Preocúpese de ustedes, no de lo material. Así dejamos botados vehículos en la calle, evacuamos gente a pie”.

En una de esas vans atacadas venía Ricky Martin, una de las mayores estrellas de ese Festival. “Cuando la camioneta venía en camino, me enteré que le habían quebrado los vidrios y había gente del equipo de seguridad con la cara ensangrentada, porque la escolta avisó. Ahí yo pensé este tipo va a cancelar. El problema de seguridad era tan grande que había que tomar decisiones. Ricky Martin llega a la Quinta Vergara, se baja del auto, se mete en su camerino y se junta sus músicos. Yo pensé que les iba a decir vámonos de aquí, pero él les dijo: este festival tiene 60 años y nada ni nadie lo puede detener, así que nosotros vamos a ir al escenario a montar el mejor show de nuestras vidas. Fue una arenga. Salió e hizo el show. En ese momento se descomprimió un poco, porque hasta ese minuto era un caos, mucha tensión. Yo terminé en un baño vomitando de puro estrés. Piensa que era mi segundo año de Viña del Mar como productor a cargo, entonces no tuve ni un verano de San Juan, me tocó duro de una”.

FOTO:FRANCISO LONGA/AGENCIAUNO

En ese año las rutinas de los comediantes hicieron referencia a la situación social, en particular las de Stefan Kramer y Pedro Ruminot. “Las rutinas de ese año, en particular las de Kramer y Ruminot, ponían en la mesa una serie de informaciones y sí hicimos los puntos. Lo que mostraron fue lo que decidieron mostrar. Yo creo que eso también da fe de que el Festival de Viña le da espacio a que la gente se exprese siempre y cuando sea con respeto por el otro, el respeto por la autoridad y no solamente porque es autoridad, es porque es persona y detrás de esa persona hay familias”.

Pero no fue el único reparo. En la previa, hubo preocupación por la presencia de Mon Laferte. De hecho, algunos concejales manifestaron a El Mercurio de Valparaíso, su aprensión de que la viñamarina pudiera desde el escenario lanzar discursos en pos de “incitar el odio y la violencia”. Quienes conocen la trastienda dicen que esta preocupación también llegó a los ejecutivos de los canales, algunos de los cuales manifestaron su inquietud por el tono general de las declaraciones que pudieran darse entre los artistas.

“Hubieron aprensiones con respecto a ella, porque tenía un discurso que era súper claro -recuerda Merino-. La conversación con ella siempre fue, lo tengas que decir, tú eres libre de decirlo pero siempre desde el respeto al escenario, a las autoridades y a la gente que está ahí. Así lo manejamos, hubo una conversación con ella respecto a eso antes del soundcheck ¿cómo lo tomó? Bien, es una persona que entiende perfectamente. Las declaraciones que ella emite, respecto a por qué estaba siendo juzgada o criticada, las emitió en el momento de rabia y de molestia, porque no todo era fácil, fueron momentos difíciles y cada quien tiene distintas reacciones”.

La cama de Copano y la furia de Pailita

En 2023, con el regreso del Festival de Viña en forma presencial tras la pandemia vinieron shows que pasaron al recuerdo. Uno de estos fue la presentación del comediante Fabrizio Copano, que tuvo un peak de 42,7 puntos de rating , y promedió 45 puntos durante la hora que duró su rutina. Así, tuvo la audiencia y el peak más alto de ese año.

Copano se presentó la noche del jueves 23 de febrero, en una jornada que tenía además a Christina Aguilera y a Polimá Westcoast. Ahí debió afrontar un momento difícil, ya que le tocó salir a escena después del exitoso show de la cantante estadounidense, en medio de las pifias del público que pedía su regreso. Pero él ya había previsto esa situación y por ello diseñó un show especial, que incluyó una puesta en escena que tenía una cama (donde él estuvo metido y escuchó toda la pifiadera durante la tanda de comerciales).

“Nosotros, después que vimos su rutina, supimos que iba a ser un hit. Y después, cuando nos contó que quería esto como medio teatral, nos dimos cuenta que estaba cubierto. O sea, a diferencia de otras veces que hay que cubrir a alguien y cuidarlo, él se cuidó solo. Cuando supo el día que le tocaba, dijo que tenía que hacer algo especial, algo particular, algo que que quiebre el sentido de una eventual pifia, porque al final las pifias no eran para él, eran para nosotros de la organización”, dice Daniel Merino.

Un episodio en particular de esa rutina fue la mención de Copano al cantante urbano Pailita. El comediante fue construyendo un chiste en que aludía a los artistas de la escena urbana chilena. “Pailita es como el tierno del género. Han cachado que los demás son como más brígidos (…) andan con metralleta y él con pistola de agua. Los demás agarrándose minas y él a su mamá”, señaló.

Ahí el hombre de Venga pa’ acá, que estaba en la Quinta Vergara como invitado de Polimá Westcoast, reaccionó; en privado unos dicen que quiso subir al escenario para encarar a Copano, a la manera de lo que hizo Will Smith con Chris Rock en los Oscar 2022, donde lo abofeteó por un chiste que aludía a su esposa. Otros, dicen que el cantante fue a buscarlo al camarín, pero que fue contenido por gente de la producción del Festival y los guardias.

“Fue una mezcla de las dos -dice Daniel Merino-. Siempre cuando hablan de la madre de alguien, es complejo. Yo nunca voy a justificar que alguien quiera encarar a otra persona porque dijo algo de su madre. Pero esa noche yo hablé con todo el mundo, con los equipos de los dos y les dije yo creo que aquí hay que poner la pelota al piso. Cuando pasa esa situación nosotros como equipo, lo que hacemos es contener. A Pailita lo conozco, he hecho shows con él y a él le molestó mucho porque esos artistas a sus familias porque son quienes lo han contenido y les ha ayudado a llegar donde están hoy día. Se enojó como cualquier persona y reaccionó como él sintió que tenía que reaccionar. Si eso fue bien o mal, yo no hago esa crítica le corresponderá a él hacerla”.

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