No hay otro tema más mencionado en la familia del fútbol que el anuncio sobre la organización del Mundial de 2030. Un experimento de la FIFA que no incluyó a Chile, pero que aterrizará en seis países distintos, con partidos en tres continentes, en un hecho sin precedentes. Una decisión polémica desde el punto de vista deportivo y que ya ha generado diversos cuestionamientos entre las grandes personalidades del balompié.

Uno de los primeros en reaccionar a esto fue Marco Rose, entrenador del RB Leipzig, quien luego de la derrota de su equipo ante el Manchester City, por la Champions League, entregó una profunda reflexión en torno a la decisión de la FIFA de expandir el torneo planetario a diferentes puntos, unos muy alejados de otros. En total, habrá tres partidos en Sudamérica y los 101 restantes estarán repartidos entre España, Portugal y Marruecos.

“Lo primero que he pensado es que los jugadores van a tener que viajar mucho, ¿o los grupos se jugarán en un mismo país? Como pueden ver, me surgen muchas dudas y me ha sorprendido mucho”, expresó el DT alemán.

Luego, el técnico realizó su comentario más ácido en torno a la FIFA, entidad que dejó fuera a Chile del proyecto, pese a que el país había destinado cifras millonarias a la postulación y durante meses tuvo un rol protagónico en las negociaciones entre la Conmebol y el ente fundado en Suiza.

Rose y Guardiola durante el duelo de Champions. (AP Photo/Matthias Schrader)

“Vueltas y más vueltas de tuerca, ocurrencia especial por aquí, algo diferente por allá y acabaremos jugando en el Everest, cuando alguien haga un campo allí y quiera explotarlo”, expuso, visiblemente molesto.

Rose también trató con duras palabras la organización del Mundial de 2030, mencionando que está bien que el torneo pueda jugarse en países cercanos, pero que viajes intercontinentales están totalmente fuera de lo que sería un marco ideal de competencia. “Siempre ha ido bien cuando un solo país ha organizado el Mundial, incluso dos. Austria y Alemania te pueden organizar bien una Eurocopa, pues las distancias son cortas. pero eso ya no importa y todavía vendrán más vueltas de tuerca. Entonces, mi primer pensamiento es que es una pena, incluso, una estupidez”, sentenció.

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