Definitivamente Chile se transformó en un lugar atractivo para los inmigrantes. Si en 2006 la población extranjera era de 154.643 personas, lo que equivalía a 1% de la población. En 2015 los inmigrantes sumaron 465 mil, representando el 2,7% de los 17,5 millones de personas que habitan el país. En 2017, la cifra que reflejó el Censo se elevó considerablemente a las 746 mil, es decir, el 4,35% del total de habitantes, aunque los datos que maneja el gobierno apuntan a un millón de personas.

En términos de entrega de visas laborales, los datos también muestran una tendencia alcista: si en 2010 se entregaron 32.416 permisos laborales, en 2014 la cifra escaló más de 100%, hasta llegar a las 66.608. En 2015, la entrada en vigencia de las visas por motivos laborales flexibilizó la entrega de este tipo de permisos, ya que la persona debía presentar sólo un formulario requiriéndola junto a un contrato de trabajo suscrito en Chile. También abarató el costo para el empleador, puesto que no tenía la obligación de pagar el o los pasajes de regreso del migrante y su familia a su país natal. Todo esto tuvo como consecuencia una aceleración de este tipo de visado, ya que en 2015 se entregaron 86.854 permisos; en 2016 subió a 103.351 y el año pasado escaló a 144.808.

La senda alcista de la fuerza laboral extranjera siguió en 2018. De acuerdo a cifras del Departamento de Extranjería y Migraciones durante el primer semestre se han entregado 1.532 visas sujeta a contrato, 111.658 por motivos laborales y 75.448 visas laborales de otro tipo como Mercosur. Así en total, entre enero y junio se entregaron 188.638 permisos de este tipo, lo que implica un aumento de en torno al 72% respecto del mismo período de 2017.

Por nacionalidad, las cifras muestran que el 32,1% de ese tipo de visas fueron entregadas a ciudadanos venezolanos, mientras que el 30,9% fue para haitianos. Así del total de permisos laborales del primer semestre, el 63% fueron para ciudadanos de Venezuela y Haití. Mucho más atrás se ubican Perú con 9,3% y Colombia 9,2%.

Nuevas Visas

Para regular y controlar la llegada de inmigrantes al país, el gobierno comenzó a realizar cambios en la entrega de visados. Por un lado se estableció una visa consular para haitianos y otra de responsabilidad democrática para venezolanos. Ambas elevaron las exigencias para que esos ciudadanos lleguen al país. De forma paralela, el 16 de abril el gobierno derogó la visa por motivos laborales, ya que era considera permisiva. Si bien la entrega de este tipo de permisos se mantiene alto, en mayo se comenzó a notar el objetivo propuesto: frenar la llegada de inmigrantes, ya que el número bajó de 22.458 en abril a 21.525 en mayo, y en junio pasó a 16.396.

En se reemplazo, el 1 de agosto comenzó a regir la nueva visa de oportunidades laborales, la cual a través de un sistema de puntaje seleccionará la fuerza laboral foránea según criterios definidos de formación educacional, edad, idioma, ocupación y territorio. Los solicitantes de este visado deberán acreditar su calidad de profesional, técnico o ser poseedor de un oficio, mediante el título o certificado debidamente legalizado o apostillado, según corresponda, así como tener los conocimientos de idioma español, para lo cual deberá acompañar la certificación correspondiente de los exámenes internacionales. Adicionalmente, al momento de postular deberán elegir una región de Chile en particular. Las zonas extremas del país tienen una mayor puntuación, siendo Magallanes y de la Antártica Chilena, Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo y Arica y Parinacota las que tiene la máxima ponderación.

La presentación de la solicitud de visado de oportunidades se debe realizar ante la autoridad consular chilena en el exterior correspondiente al país de origen o residencia del interesado.

El ex director del Departamento de Extranjería y Migración, Rodrigo Sandoval, señaló que "el claro enfoque hacia una migración calificada que se observa en los criterios de selectividad anunciados, se aleja mucho de la matriz productiva chilena, por lo que pronto veremos reformulaciones de esta medida, principalmente por un aspecto práctico, porque no veo cómo los migrantes no calificados van a estar en condiciones de acceder a este permiso y que son los que nuestra economía más necesita".

La diputada RN Paulina Núñez, sigue de cerca los temas de política migratoria, y por ello valoró la nueva visa de oportunidades. "La fórmula de puntaje justamente prioriza áreas claves para el desarrollo del país, como especialistas médicos, personas dedicadas al cuidado de la tercera edad y desarrollo sustentable, además de tener un fuerte foco territorial para apoyar en el desarrollo de las regiones". Asimismo, el diputado Renzo Trisotti (UDI) acotó que "la visa de oportunidad ha entregado la opción de sincerar y transparentar los motivos que los migrantes tienen para querer ingresar a Chile y claramente la fuente laboral y estabilidad económica es muy relevante principalmente de haitianos y venezolano que hoy están enfrentando una compleja realidad social y política en sus países de origen".