La autorización que a inicios de este año recibió la minera estadounidense Albemarle -una de las compañías que explota mineral de litio en el salar de Atacama- por parte de Corfo para ampliar su cuota de producción de litio en el país, quedó en ascuas.

Esto, luego de que la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN), resolviera hace unas semanas rechazar la solicitud realizada en marzo por la compañía, en la que pedía que el consejo del organismo aprobara un nuevo acuerdo, consistente en un aumento de la cuota para vender productos de litio extraído y procesado por 258.446 toneladas métricas.

"Revisados los antecedentes proporcionados por Albemarle, en relación a su solicitud presentada en marzo de 2018, por un aumento de 258.446 toneladas métricas de Litio Metálico Equivalente (LME) para vender productos de litio extraídos y procesados, basada en una declarada mejora en la eficiencia de sus procesos, se consideró que la información aportada no fue suficiente para explicar dicho aumento de eficiencia", señaló a PULSO el director ejecutivo de la CCHEN, Patricio Aguilera, quien especificó que el acuerdo actual fue otorgado con una eficiencia menor a la recientemente declarada.

Hoy, Albemarle cuenta con una cuota de producción de carbonato de litio equivalente (LCE) de 80 mil toneladas métricas anuales y de aprobarse el aumento, ésta alcanzaría las 125.000 toneladas.

Dicho incremento no implicaría impactos medioambientales en el salar, según la empresa, dado que la ampliación se generaría mediante eficiencias en el proceso y no por un aumento de la extracción de salmuera, cuya cuota para Albemarle está definida hoy en 442 litros por segundo (lt/s), por debajo de la asignada a SQM, por 1.700 (lt/s).

Argumentos

En su resolución, la CCHEN señaló que la solicitud planteada por Albemarle, "implica un cambio sustantivo" del anexo del convenio básico aprobado por el consejo de Corfo el 9 de noviembre de 2016.

Asimismo, esgrimió que mediante dos oficios realizados el 3 de mayo y el 20 de junio del presente año, advirtió al gerente general de la compañía que los antecedentes presentados en la solicitud eran insuficientes, por lo que se pidió aportar más datos respecto a la tecnología que se utilizaría.

"Que esta CCHEN no obtuvo respuesta a lo requerido en los oficios mencionados, donde finalmente lo solicitado buscaba recabar antecedentes respecto a la tecnología que permitiría el aumento de eficiencia, y a la información técnica relevante al momento de evaluar una solicitud de cuota adicional para producir y vender litio", dice la resolución, en la que además especifica que la empresa no es clara al utilizar los términos "cuota original" y "nueva cuota".

Al ser consultada, la compañía señaló que está preparando una nueva petición en la que se dará respuesta a las inquietudes planteadas por la CCHEN y que será presentada en las próximas semanas.

"Estamos confiados en que será acogida de manera positiva, ya que el aumento de producción solicitado se basa en la aplicación de una tecnología de vanguardia que nos permite producir más litio sin utilizar más salmuera que la autorizada, lo que asegura la sustentabilidad del salar de Atacama", señaló la empresa.

"Las autorizaciones con las que Albemarle cuenta nos permiten continuar con nuestras operaciones y ejecutar la estrategia de negocios sin la necesidad de modificar los planes en marcha, a corto, mediano y largo plazo", añadió.

En septiembre del año pasado, la compañía señaló que "en el entendido de que esta nueva tecnología resulte comercialmente viable, Albemarle construirá a comienzos de la década del 2020 una nueva planta para la producción de carbonato de litio" y agregó que la expansión sería desarrollada una vez que los proyectos en marcha estén finalizados y operando en su total capacidad.

Así, de concretarse el plan, su inversión en el país alcanzaría los US$1.000 millones al 2022.