El candidato opositor peronista Alberto Fernández, favorito de cara a las elecciones del próximo 27 de octubre, presentó este lunes un plan contra el hambre, problema acuciante debido a la crisis económica del país, y llamó a "empezar a materializarlo" ya mismo, sin esperar a los comicios.
La propuesta de Fernández es un "acuerdo social" que consiga que la comida sea "barata y accesible", con políticas de Estado que aseguren "soberanía y seguridad alimentaria" y que agrupe para ello a sectores diversos de la sociedad, como empresas, organizaciones sociales, religiosas, universidades y medios de comunicación.
El candidato hizo público el programa "Argentina contra el hambre" en un acto en Buenos Aires, en plena campaña electoral para las presidenciales y ante el agravamiento de la crisis económica del país austral y un aumento de las cifras de pobreza, que según el Indec aumentó al 35,4 % en el primer semestre de 2019.
El candidato del Frente de Todos, que lleva como postulante a la Vicepresidencia a la exmandataria Cristina Fernández (2007-2015), dijo que su plan contra el hambre no se enmarca en la campaña para los comicios y puede empezar ya.
"No es una propuesta de campaña (...), podemos empezar a materializarla hoy, no tiene que esperar a ningún resultado electoral. Está claro que si llego a ser electo me voy a poner al frente de la campaña contra el hambre en Argentina, pero si no fuera así quisiera que todos quedemos condicionados a resolver el problema del hambre", indicó.
Fernández destacó entre las medidas de su plan la que atañe a aplicar un mayor control a los productos de la canasta básica -en la actualidad existe el programa "Precios Cuidados" que aumentó Macri tras el agravamiento de la crisis en agosto-.
"Lo primero que vamos a reperfilar son los precios de la canasta básica argentina (...) para que todos tengan acceso a esa canasta básica", aseveró.
A la presentación, realizada al aire libre, asistieron representantes del mundo empresarial, representante sociales de Cáritas Argentina, varios candidatos del peronista Frente de Todos y líderes sindicales como Juan Grabois.
Grabois, junto al presidente de la filial argentina de la agraria Syngenta, Antonio Aracre; el presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios, Daniel Funes de Rioja; y el escritor Martín Caparrós fueron algunas de las personas a las que Fernández nombró mientras explicaba de quiénes recibió ideas para el proyecto.
Una de las acciones que Fernández llamó a activar cuanto antes es, para Fernández, la sanción de una "ley de góndolas" (ley de repisas de supermercados) para que "muchos pequeños productores" puedan ofrecer sus productos en establecimientos que hasta el momento ven copados los estantes con marcas principales.
"A veces algunos representan intereses que no son los intereses de los que menos tienen, y nosotros sabemos a quién representamos: representamos a los que la están pasando mal", aseguró el candidato, que incidió en que el actual Gobierno, presidido por Mauricio Macri, gobernó para "una mitad" de los argentinos.
El opositor recalcó que tanto para él como para su compañera Cristina Fernández es una "obsesión" paliar el hambre en Argentina, cuyos diputados y senadores decretaron la emergencia alimentaria el pasado septiembre ante el empeoramiento de la crisis.
"Me parece que tenemos que tener vergüenza, decimos ser el país que produce alimentos para 400 millones de personas y no podemos alimentar a 15 millones de personas nuestras que están en situación de pobreza. Esto no lo arregla un plan, lo arregla una Argentina puesta de pie", sentenció.