A casi un año de que se detonara la corrida cambiaria que condujo a Argentina a pedir la ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI), el país se apresta a solicitarle un "waiver" al organismo, es decir, una exención o dispensa en relación a las metas de ajuste y déficit acordadas, a cambio de una revisión del programa.

En la agenda del gobierno para este viernes, cuando se reunirá con el Fondo para la revisión que permitirá el tercer desembolso del préstamo pactado, se lee que además se abordará la "solicitud de un waiver sobre la aplicabilidad de los criterios de rendimiento, revisión de las garantías de financiamiento y solicitud de los criterios de rendimiento".

Aunque inicialmente no detallaron los motivos, ayer en el transcurso del día ambas partes salieron a dar las explicaciones pertinentes. "La exención solicitada no tiene que ver con ningún pedido de modificaciones a las metas del país ni a los plazos", indicaron desde el Ministerio de Hacienda, de acuerdo a lo consignado por el medio local Ámbito.

En la misma línea, un vocero del FMI sostuvo que "el waiver se debe a la falta de disponibilidad de los datos de marzo (...) Los datos preliminares indican que los targets (metas) se cumplirán".

Sin embargo, en medio de la recesión que experimenta Argentina, crecen las dudas de que efectivamente se logre pasar del déficit fiscal primario de 2,5% anotado el año pasado, al déficit cero al que se aspira para el presente ejercicio.

De hecho, previo a la solicitud de la dispensa, la agencia Fitch indicó en un informe publicado el martes que "el gobierno cumplió su objetivo de déficit primario de 2018 acordado con el FMI, pero una mayor baja podría ser cuestionada por la continua contracción económica". En ese escenario, la agencia de clasificación señaló que esperan que el país "pierda su meta de balance primario este año".

Perspectivas locales

Entre los analistas transandinos también hay dudas, aunque consideran que si no se logra el objetivo, no se quedará tan lejos de este. "Definitivamente no vamos a ir a un esquema de déficit cero, posiblemente sea cercano al 0,5% del PIB", indica a PULSO Guido Lorenzo, director de la consultora LCG y académico de la Universidad de Buenos Aires.

Una percepción similar tiene Marcelo Elizondo, director de la consultora DNI y profesor del Instituto Tecnológico de Buenos Aires, quien plantea que "la recaudación impositiva está descendiendo por la recesión. No será sencillo cumplir exactamente (la meta), quizá haya algún desvío menor".

Si bien todos dan crédito a que la solicitud de un "waiver" es más bien un tecnicismo, en relación a las metas el más optimista es Ramiro Castiñeira, economista de Econométrica que se siente confiado en que el país logre llegar a un déficit cero este año.