Se intensifica la presión sobre el régimen de Nicolás Maduro. A una semana de la autoproclamación de Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela, los inversionistas ven con buenos ojos la posible salida de Maduro.

Desde ese día, los US$4.000 millones en bonos del gobierno de Venezuela con vencimiento en 2027 acumulan alza de 15,43% y alcanzan los US$33,46. Además, se encuentran en máximos de noviembre de 2017.

En la misma línea, los bonos en dólares de la petrolera estatal (PDVSA) para 2027, acumulan alza de 18% y se ubican en los US$26,52 en los últimos siete días.

Cabe recordar que ambas deudas se encuentran en default desde que noviembre de 2017, cuando Maduro anunció que suspendería los pagos y buscaría reenegociar con los acreedores, lo cual no ha sucedido.

En cuanto a la deuda que Venezuela mantiene con Rusia, el pasado 15 de enero, el viceministro ruso de Finanzas, Serguéi Storchak, dijo en el Foro Gaidar que Moscú y Caracas lograron un acuerdo sobre la reestructuración de los bonos que ascienden a un total de 3.000 millones de dólares, según Storchak.

A pesar del acuerdo, Storchak admitió que Venezuela probablemente tendrá dificultades para efectuar el pago.

Venezuela atraviesa una severa crisis que se ha traducido en la destrucción del 50% del PIB desde el arribo de Maduro en 2013 al poder. El FMI estimó que la debilitada economía experimentará una contracción de dos dígitos este año y que la inflación llegará a un increíble 10.000.000%.