Chile fue el país de América Latina que experimentó la mayor caída de la pobreza entre 2016 y 2017, según un estudio que entregó hoy la Cepal.

El organismo detalla que la tasa cayó tres puntos porcentuales en ese periodo, hasta un 10,7%, la segunda cifra más baja de América Latina tras la tasa de 2,7% de Uruguay.

Cabe destacar, que en agosto de 2018 se dieron a conocer los resultados de la última encuesta Casen, que reveló que la pobreza en Chile cayó a 8,6%.

La pobreza extrema, en tanto, fue de 2,3% lo que equivale a un total de 412.839 personas. Otro aspecto que reveló el sondeo de 2017, fue que la pobreza multidimensional se estancó y llegó a 20,7%.

Según la Cepal, en Argentina la pobreza llegó a 18,7%, con una caída de 2,8 puntos porcentuales, mientras que en Perú se ubicó en 18,9%, esto es una baja de dos décimas en ese lapso.

Chile también se ubica entre los países con menor porcentaje de pobreza extrema con una tasa inferior al 5%, lo mismo que ocurre en Argentina, Costa Rica y Uruguay.

Países como Brasil, Ecuador y Perú tienen tasas de pobreza extrema entre 5% y 10%, mientras que en Bolivia y Honduras la pobreza extrema es superior al 10%.

"Esto corrobora la importancia de dotar de más recursos a la población en situación de pobreza, combinando el fortalecimiento de los ingresos laborales con la provisión de transferencias públicas y el fortalecimiento de los sistemas de protección social", dijo el organismo.

Entre 2012 y 2017, la variación del ingreso medio fue el efecto dominante en países en los que la pobreza cayó a ritmo más acelerado, donde representó más de dos tercios del descenso total de la tasa de pobreza. En este grupo están Chile, Panamá, República Dominicana y Uruguay.

Distribución de la riqueza en Chile

Por otro lado, la Cepal indica en su informe que en nuestro país hay una alta concentración de la riqueza. En 2017, el 50% de los hogares de menores ingresos tenía un 2,1% de la riqueza neta del país, el 10% concentraba un 66,5% del total y el 1% más acaudalado concentró el 26,5% de la riqueza.

En cuanto a bienes inmuebles y vehículos, el 50% de los hogares más desposeídos concentra un 7,7% del total, mientras que el resto de lo reparten casi en partes iguales el resto de los deciles de la sociedad.