Pérdidas por unos US$ 225.000 millones generaron los desastres naturales en todo el mundo durante 2018, según un informe de Aon Risk Service (AON).

De estas catástrofes US$ 90.000 millones estaban aseguradas tanto por el sector privado como el público. Esto supone un porcentaje de pérdidas económicas no aseguradas del 60%, lo que a su vez representa el nivel más bajo desde 2005.

El año 2018 fue el tercer año consecutivo de pérdidas por catástrofes que superan el umbral de US$ 200 mil millones y el décimo desde el año 2000.

Chile

De acuerdo a la aseguradora, el "clima severo" (granizos, heladas e inundaciones) fue responsable en Chile de pérdidas por más de US$ 200 millones, cifra muy inferior, no obstante, a los US$ 3.400 millones que generaron las inundaciones en Argentina y a los US$ 500 millones que le costó la sequía a Uruguay.

El Gerente General de Aon Chile, Raimundo Del Rio, señaló que entre las conclusiones que se pueden extraer de los eventos ocurridos en 2018 está la confirmación de que los riesgos catastróficos continúan evolucionando en un clima cambiante.

"Se traduce en modelos climáticos más volátiles, que nos obligan a abrir nuevos debates sobre cómo gestionar la necesidad de implantar medidas de mitigación. Los desastres naturales siempre van a ocurrir. Cómo estemos preparados frente a ellos es lo que jugará un papel clave en las futuras pérdidas que se deriven de los mismos", afirmó.

Del Río asegura que el cambio climático es un factor que está impactando fuertemente a la industria aseguradora. "Estos cambios han obligado al desarrollo de nuevos productos y soluciones como los seguros paramétricos, que ofrecen cobertura ante riesgos naturales".