En mayo de este año se realizó la final del GlobalPitch 2021, un concurso de emprendimiento e innovación organizado por MeetLatAm y Extreme Tech Challenge, que se ha transformado en una de las competencias emprendedoras más importantes de América Latina. Pero este año tuvo una particularidad: uno de los criterios para preseleccionar a más de 40 startups de la región fue la sostenibilidad en su modelo de negocio.

Este es solo un ejemplo de cómo el color verde tiñe cada vez más al mundo del emprendimiento. De hecho, NotCo, uno de los íconos de las grandes startups chilenas -y reciente unicornio-, basa su modelo de negocio en productos que reducen los gases de efecto invernadero (GEI), derivados, por ejemplo, del consumo de carne, entre otros atributos.

“Hoy en día no hay mucha justificación para crear una startup sin impacto ambiental o social. En un mundo donde la evidencia del factor humano en el cambio climático es brutal, necesitamos como especie todos o la mayoría de los recursos apuntando a la sustentabilidad. Se nos acaba el tiempo”, opina Matías Muchnick, CEO de NotCo.

Quien lideró el GlobalPitch 2021 fue Bill Tai, inversionista norteamericano de empresas de la talla de Twitter, Wish y Zoom, por lo que conoce bien hacia dónde apunta la brújula de las nuevas startups. “Estamos en un punto donde los mercados de capitales mundiales reconocen que existe una necesidad crítica de la sustentabilidad. Y las compañías que pueden lograrlo, al mismo tiempo que llevan un negocio viable comercialmente, están siendo muy recompensadas”, comenta Tai. Finalmente, de las tres startups ganadoras de la competencia, una fue argentina (Kilimo) y dos chilenas (The Live Green y Bioelements).

“Chile se encuentra entre los 30 países con mayor estrés hídrica. Y en momentos de crisis es donde se presenta la oportunidad para que surjan más startups, porque es cuando muchas de ellas tienden a buscar soluciones innovadoras que pueden hacer frente a importantes problemáticas globales, como es el caso del cambio climático”, comenta Pablo Terrazas, vicepresidente ejecutivo de Corfo.

De hecho, esta entidad lanzó “EcoImpacta Corfo”, una plataforma de innovación abierta para que emprendedores, pymes y startups postulen soluciones innovadoras a los desafíos que levantarán distintas empresas en ámbitos de la acción climática.

Los desafíos incluirán estímulos a los emprendedores, que irán desde un incentivo económico o financiamiento para implementar un piloto del proyecto, hasta la posibilidad de escalar la innovación a nivel nacional y/o internacional. De hecho, CCU fue una de las primeras compañías en presentar un desafío: crear soluciones para la gestión sustentable de los recursos hídricos para el consumo humano, en pos de apoyar a las comunidades de las regiones donde tiene operaciones: Antofagasta, Metropolitana, O’Higgins, La Araucanía y Los Lagos.

Ya en junio del año pasado, Corfo daba a conocer su “crédito verde” y desde la fecha hasta entonces, dos bancos (Santander y BancoEstado) se han subido de forma más fuerte a la creación de instrumentos y créditos que fomenten la sustentabilidad y la lucha contra el cambio climático.

Pero claramente, el reciente informe del IPCC será un antes y un después para el entusiasmo de emprendedores e inversionistas con respecto a soluciones para luchar en contra del cambio climático y, más específicamente, para resolver problemas derivados de la crisis hídrica y la sequía que afecta a nuestro país.

“Los emprendimientos de triple impacto y con un propósito que va más allá de lo económico están ganando espacio, siendo la sustentabilidad un tema de relevancia en todas las industrias, que requiere tecnología e innovación”, comenta Camila Postigo, de Endeavor Chile, y agrega: “Además, los inversionistas y corporativos también tienen este foco y este desafío”.

Sin embrago, Reinalina Chavarri, directora del Observatorio de Sustentabilidad de la FEN de la Universidad de Chile, indica que en nuestro país “no tenemos estudios que muestren el entusiasmo de inversionistas por este tema. En Nueva Zelandia, Australia y en países de la UE existen políticas destinadas a realizar una transición energética. Cada una con sus ritmos y velocidades. Mientras que se observa que inversionistas de EE.UU. y China tienen énfasis en asuntos tecnológicos o de energías renovables”. Y con respecto al informe de IPCC, la académica señala: “Pudiera generar nuevos horizontes para abordar la crisis desde inversiones a startups”.

Le preguntamos a un grupo de actores del mundo del ecosistema emprendedor de capital de riesgo cuáles son las startups que están destacando por su visión en torno al cambio climático y seleccionamos seis a las cuales hay que mirar.

Instacrops

El “Internet de las plantas”

MARIO BUSTAMANTE

Esta startup se dedica a entregar información online para que los agricultores aumenten el rendimiento de sus cultivos midiendo el clima, suelo, sistema de riego y otros parámetros de las plantas, a través de la instalación de dispositivos IoT (Internet of Things). Todo mediante la visualización en una simple aplicación. “La finalidad es tomar decisiones basadas en datos para producir más y mejor fruta”, explica Mario Bustamante, CEO de Instacrops.

Actualmente tienen más de 700 instalaciones en 8 países de América Latina y cerca de 1.800 usuarios activos en más de 20 tipos de cultivos de alto valor. “Pero lo que más nos gusta es que, a la fecha, hemos ahorrado más de 5,2 billones de litros de agua en riego y aumentamos en un promedio de 22% el rendimiento de los cultivos”, indica Bustamante.

Bioelements

Una alternativa ecológica al plástico

Ignacio Parada y equipo de trabajo

Con casi siete años de vida, para este año esperan ventas por US$50 millones. Con una fuerte inversión en I+D, el negocio de Bioelements se basa en la creación de una resina (BioE-8) enfocada al mercado de los embalajes, la cual se biodegrada en cualquier tipo de ambiente en menos de dos años e incluso en seis meses en condiciones favorables. Desarrollan bolsas, films, empaques, cubiertos y vasos con estas características, evitando la acumulación en basurales, vertederos, zonas fluviales, rurales y urbanas.

Actualmente tienen clientes en cuatro países (Chile, Perú, Colombia y México) y acaban de abrir Estados Unidos. Trabajan con más de 55 clientes, incluyendo a los grandes retailers, “con la intención de abrir dos nuevos países a fin de año”, asegura Ignacio Parada, CEO de Biolements.

WenuWork

Ahorro de electricidad en la nube

Daniel Santander

La palabra de esta startup en etapa de escalamiento es una mezcla entre “wenu mapu”, que significa “paraíso” o “cielo en la tierra” en mapudungun y Work (“trabajo” en inglés). Lo que hacen es digitalizar los consumos de energía eléctrica, midiendo en detalle aparatos y máquinas utilizadas en los procesos productivo de manera rápida no invasiva. La información se pone en la nube, gestionándose en consumo. Objetivo: mejorar la eficiencia energética y gestión operacional. Partieron a nivel hogareño, pero rápidamente se dieron cuenta que había mayor impacto social, medionambiental y económico en las empresas. Hoy trabajan bajo un modelo SaaS (software como servicio) con más de 50 clientes en Chile, Colombia, México y EE.UU. “Nos estamos metiendo muy fuerte en empresas de carácter productivo, especialmente en manufactura”, cuenta Daniel Santander, CEO de WenuWork.

Green Bricks

Por una construcción más sustentable

Diego Cartes

“Green Bricks nace de una idea para mi tesis en 2017. Tras ver la contaminación de las playas de las costas de Arauco, me propuse innovar con una solución para los plásticos”. La historia la cuenta Diego Cartes, director ejecutivo y cofundador de esta startup.

Denominada como una “empresa regenerativa”, transforma plásticos reciclados en productos innovadores como prefabricados de hormigón sustentable, revestimientos de interior y exterior, entre otros, bajo un modelo de economía circular con impacto social, ambiental y económico.

Mediante su tecnología, consigue crear productos únicos de calidad certificada para la industria de la construcción sustentable, logrando revalorizar 1.117 botellas plásticas promedio por metro cuadrado de productos.

We-Techs

La tecnología al servicio del consumo

Rodrigo Mena

Esta startup ha tenido el apoyo de Corfo, Wayra (aceleradora de Telefónica), Fundación Chile e inversionistas como Wenceslao Casares (fundador de Patagon) y Alex Horwitz, entre otros. A través de IoT (Internet de las cosas) monitorea y gestiona equipos y plantas que operan recursos como el agua y el gas, logrando mayor eficiencia. “Hoy hay menos agua, pero en la mayoría de los casos la falta de agua, sobre todo en comunidades rurales, es porque falta mejorar gestión. La tecnología permite eficientar el uso de la infraestructura y de los recursos. Hemos logrado 30% de aumento en la disponibilidad de agua y 25% de menor consumo eléctrico”, explica Rodrigo Mena, fundador de We-Techs.

Actualmente tienen a grandes clientes como Enel, Engie y Gasco.

Lader Energy

Cuando el sol se convierte en agua

Equipo ejecutivo

Con cerca de 10 años en el desarrollo de proyectos de energías limpias en América Latina y Europa, Lader Energy se especializa en desarrollo, de construcción, adquisición y venta de proyectos de energías renovables, con un fuerte componente tecnológico.

En 2020 fue galardonada como una de las principales startups con impacto positivo en la región y seleccionada entre las 50 mejores startups de energía a nivel mundial.

Pero el ecosistema de inversionistas la está mirando por el reciente lanzamiento de AWA, la primera agua para consumidor final desarrollada con nueva tecnología enfocada en hidropaneles que capta la humedad del aire, combinando energía solar fotovoltaica y energía solar térmica, condensándola para generar un producto de alta calidad, que posteriormente es mineralizada.