"El préstamo recibido por el país y el conjunto de condicionalidades asociado al mismo no han generado ninguno de los resultados esperados". Así de crítico se mostró Alberto Fernández, el candidato a la presidencia del kirchnerismo, respecto a la labor desempeñada por el FMI en Argentina.

En el marco de la evaluación para un nuevo desembolso, de US$5.400 millones desde una línea de crédito de US$56.000 millones, el Fondo sostuvo una reunión con quien creen será el futuro presidente transandino, en función de su victoria en las primarias de mediados de mes y una ventaja de 20 puntos sobre Mauricio Macri, según muestran las últimas encuestas.

En este segundo cara a cara con el organismo, muy distinto al de junio, cuando se anticipaba una continuidad en la Casa Rosada, Fernández planteó su preocupación por "la situación macroeconómica de Argentina", que a su juicio "se ha deteriorado significativamente". En ese contexto, el candidato -cuya compañera de fórmula es Cristina Fernández- subrayó en un comunicado que "no existen coincidencias con las recomendaciones políticas impulsadas" por el organismo multilateral.

Tras el encuentro, del que también participaron los principales asesores económicos, Guillermo Nielsen y Cecilia Todesca Bocco, el Frente de Todos detalló que con el FMI sí coinciden con "recuperar el crecimiento de la economía, generar empleo para combatir la pobreza, reducir la inflación, y lograr una trayectoria decreciente de la deuda pública", cuatro objetivos del acuerdo, de los cuales "ninguno se cumplió".

Durante el fin de semana, transcendió en la prensa argentina que cualquier acuerdo con el FMI deberá contar con el aval de Fernández. Sin embargo, los duros términos del líder opositor no impidieron que el gobierno de Macri -tras una segunda reunión- manifestara su optimismo respecto a un visto bueno del Fondo, para un nuevo desembolso de septiembre.P FG