Hace poco más de dos semanas, el gobierno y la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) habían manifestado su intención de seguir trabajando en propuestas con el propósito de llegar a algún acuerdo en materia tributaria y en el uso de dichos recursos, en el llamado ahora pacto fiscal. Sin embargo, en un sorpresivo comunicado, el martes pasado el gran empresariado cerró la puerta a cualquier alza impositiva en esta discusión, planteando que el foco debería estar puesto en el crecimiento económico y por esa vía recaudar los recursos requeridos.
Frente a ese planteamiento, siete días después, este martes, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, respondió a través de una carta pública dirigida al presidente de la CPC, Ricardo Mewes, al gran empresariado. “El potencial de generación de mayores ingresos fiscales a través del crecimiento y ganancias de eficiencia no es suficiente para financiar dichos gastos en las magnitudes y plazos requeridos, lo que hace necesario que se complementen con una reforma tributaria, cuya magnitud y contenido debería resultar del mismo proceso de diálogo en torno al Pacto Fiscal. En tal sentido, lamentamos la negativa de la CPC a discutir estas materias”, manifestó en la misiva.
Y reforzó ese mensaje, indicando: “El dimensionamiento del potencial aporte del crecimiento económico y la eficiencia del gasto público a la generación de espacio fiscal no debe ser materia de intuiciones o supuestos, sino producto de un análisis técnico, riguroso y confiable”.
Por ello, en la misma carta anunció que “se iniciará un ejercicio técnico e independiente que permita identificar, a partir del análisis comparado de experiencias internacionales y locales, su potencial efectivo (de la expansión de la economía) de generación de recursos fiscales”.
Si bien sostuvo que “el Ministerio de Hacienda valora todas las proposiciones e iniciativas que contribuyan a elevar el crecimiento y el buen uso de los recursos públicos”, subrayó que “la importancia intrínseca de estas materias, cuando se trata de integrarlas a un pacto que busca movilizar recursos para el financiamiento de gastos prioritarios, como el aumento de la PGU, la reducción de listas de espera hospitalarias o el fortalecimiento de la seguridad ciudadana, que demandan volúmenes importantes de recursos, se debe dimensionar con realismo su impacto potencial sobre el espacio fiscal”.
En todo caso, Marcel insistió en que “esperamos que la negativa a discutir aumentos de impuestos a la luz de la situación de las empresas, no impida que la CPC conozca, opine y haga sugerencias respecto de la creación de incentivos tributarios a la inversión, la formalización y la productividad; las modificaciones a la tributación a los altos ingresos personales; la reducción de exenciones y gastos tributarios no justificados, y la eliminación de resquicios legales que facilitan la elusión de impuestos”.
Y luego dijo que aceptaban “la propuesta de la Confederación que usted preside a colaborar en la búsqueda de medidas que eleven el potencial de crecimiento de la economía, que fomenten la inversión y permitan incrementar la eficiencia y el correcto uso de los recursos del sector público”.
Suma, pero se requieren otras fuentes
Cuando hizo ver su negativa a aumentos tributarios, la CPC cuantificó que un punto extra de crecimiento económico permite allegar US$800 millones por año en recursos al Estado.
Este planteamiento del empresariado y la respuesta de Hacienda, abrió un debate entre los economistas sobre qué tan factible es que sólo con el crecimiento se logre una mayor recaudación permanente que sea el principal sostén del financiamiento para satisfacer las demandas sociales de la población.
En general, si bien entre los expertos consultados hay coincidencia en que la expansión de la economía genera mayores ingresos, indican que se requieren otras fuentes para asegurar un financiamiento de largo plazo.
“El hecho de que el crecimiento económico sea una importante fuente de recursos es algo indesmentible y, en consecuencia, es necesario que no se escatimen esfuerzos para generar condiciones que permitan que Chile vuelva a crecer, porque esto nos permitirá mejorar las condiciones de vida de la población y tener una fuente sostenible de ingresos para financiar políticas sociales”, sostiene el coordinador macroeconómico de Clapes UC, Hermann González.
Sin embargo, el economista añade que “no es el crecimiento de un año en particular, sino que se trata de elevar la capacidad de crecimiento de la economía en el mediano y largo plazo”.
González subraya que “para tener una genuina fuente sostenible de generación de ingresos fiscales, se requiere que el pacto fiscal incluya también un pacto por el crecimiento económico y combinar este mayor crecimiento de largo plazo con medidas de carácter tributario como reducir la evasión y la elusión de impuestos, reducir la informalidad, simplificar y generar mayor certeza tributaria y con una mayor eficiencia en el uso de los recursos públicos”.
Por su parte, la directora de la Escuela de Gobierno de la Universidad Católica, Andrea Repetto, menciona que “el crecimiento genera más recaudación, eso es muy cierto. Pero el argumento es incompleto porque la nueva recaudación se va usando en extender los programas que ya existen”. Por ejemplo, dice Repetto, “desde su creación el gasto en la Subvención Escolar Preferencial ha crecido mucho más rápido que la recaudación tributaria, más que el doble. Eso se debe a que se ha ido aumentado la cobertura del programa y se ha reajustado de manera extraordinaria el valor de la subvención”.
En ese sentido, Repetto puntualiza que “en las democracias, el gasto público crece en la medida que los países se desarrollan y los grupos medios demandan más y mejores apoyos. Chile no es la excepción. Si la recaudación no sube a la par, los estados se endeudan y un endeudamiento excesivo encarece el costo del crédito para todos: para el Estado, las empresas y las familias”.
A su vez, Sergio Lehmann, economista jefe de Bci, argumenta que “la evidencia empírica apunta a que 1% de mayor crecimiento económico permitiría incrementar entre 0,2% y 0,3% los ingresos fiscales. Las estimaciones que entrega la CPC son coherentes con este resultado”.
El economista sostiene que junto con el mayor crecimiento se deben sumar los recursos que se podrían obtener por “una mayor eficiencia del gasto público y reducir la evasión tributaria, dimensiones que están sobre la mesa y que son clave abordar a la brevedad”.