Siguiendo el rito que dicta la economía planificada de China, desde mañana se reunirán en Beijing alrededor de 3.000 autoridades del gigante asiático para discutir, entre otras cosas, la meta de crecimiento 2019 del país. Las definiciones se harán públicas en la última jornada del Congreso Nacional del Pueblo (CNP), agendada para el martes 5 de marzo, y las apuestas ya están sobre la mesa.

"Es probable que la meta de crecimiento del PIB se reduzca a 'alrededor de 6,0%' desde 'alrededor de 6,5%' en 2018", señala un informe de Bank of América, en miras de la continua desaceleración que ha experimentado la segunda economía mundial por los últimos seis años. Y aunque reducir la expansión hasta ese nivel implicaría anotar el registro más bajo en casi tres décadas, los autores del reporte -expertos de Hong Kong y el Reino Unido- señalan que "los mercados podrían ser bastante receptivos a una tasa de crecimiento más baja".

Más que una estimación, las cifras deliberadas por el gobierno de Xi Jinping deben comprenderse como un mandato, explica Lu Zhengwei, economista jefe de Industrial Bank en Shanghái. "El gobierno no aceptará un crecimiento trimestral de menos del 6% en 2019, ya que temen que no puedan detener una tendencia bajista", indicó a Euronews.