Marzo quedará escrito como el mes en que comenzó la trayectoria de contracción que registrará la actividad económica en 2020 debido a la crisis que está provocando el coronavirus. La caída de 3,5% que anotó la economía en el tercer mes del año fue mayor a lo esperado por el consenso del mercado, pero menor a las proyecciones más pesimistas que apuntaban a una baja de 4%. En términos comparativos se asemeja a los registros posteriores a la crisis social.
Según el Banco Central, la serie desestacionalizada disminuyó 5,7% respecto del mes precedente y 4,1% en doce meses. El mes registró un día hábil más que marzo de 2019.
En el desglose, el BC indicó que el Imacec minero creció 0,8%, mientras que el no minero cayó 4,0%. Este último se vio afectado por las medidas adoptadas para mitigar la propagación del COVID-19. En este contexto, las actividades más afectadas fueron los servicios y el comercio. En los servicios, destacaron las caídas de educación, transporte y restaurantes y hoteles.
Con estas cifras, de manera preliminar, el primer cuarto del año terminó con una caída de 0,1%, sin embargo, el ente rector alertó que este podría estar sujeta a mayores revisiones que serán entregadas el 18 de mayo.
“Considerando los desafíos que la crisis sanitaria ha impuesto sobre la recolección de datos básicos, el Banco Central de Chile ha hecho esfuerzos adicionales con sus proveedores de información para minimizar el impacto en la calidad de las estadísticas. Sin embargo, es relevante señalar que las cifras entregadas en esta oportunidad podrían estar sujetas a mayores revisiones que las registradas históricamente”, puntualiza el BC.
Nicolás Birkner, director de Estudios Económicos de CorpResearch, sostuvo que la caída se explica principalmente por “el rápido ajuste en oferta y demanda en algunos sectores los ligados al comercio y servicios, producto de las distintas restricciones que se fueron tomando, tuvieron un efecto muy importante en la cifra”. Además, señala que la cifra “nos entrega un primer precedente de lo que está por venir, cuando el shock se vea amplificado por diversos canales y comiencen a visualizarse ajustes en sectores que tienen dinámicas de ajuste más lentas”.
El consenso de los expertos apunta que las caídas mensuales se extenderán hasta bien entrado el tercer trimestre, para luego comenzar a repuntar levemente hacia la última parte del año.
Así, abril será el mes de mayor impacto con una caída de entre -6% y -12,4%. “La caída de la actividad en abril sería más profunda a lo observado en marzo. A pesar de que varias ramas de la industria y la minería operan con algo más de normalidad, el comercio y los servicios acusarían un impacto aún mayor. Por lo mismo, esperamos una contracción interanual bastante mayor que la de marzo”, precisa Gabriel Cestau, economista Banco Santander.
En términos trimestrales, se prevé que el segundo trimestre registre la mayor contracción con una baja de entre -6% y -10,5%, el tercer trimestre será levemente menos negativo, incluso algunos ven un registro positivo. Ya para el cuatro trimestre existe la coincidencia de que se está pisando terreno positivo.
Pablo Cruz, economista jefe de BTG Pactual, dijo que “esperamos que las mayores caídas se vean en el segundo trimestre, el cual promediaría en torno a -7%”, Sebastián Díaz, analista económico de Pacífico Research, acota que “el peor momento de la crisis correspondería al segundo trimestre y en la segunda mitad del año empezaría un proceso de recuperación gradual. En algunos sectores particularmente afectados como el comercio la recuperación sería todavía más lenta”.
Mauricio Tejada, académico de la Universidad Alberto Hurtado acota que “los tres primeros trimestres serán de crecimientos negativos y eso confirmará la recesión. Una definición práctica de recesión indica que una economía está en recesión si se observan dos trimestres consecutivos de crecimientos negativos. Hacia fines de años podríamos observar un repunte lento y la crisis sanitara se contiene y/o se genera una vacuna”.
¿Recesión técnica?
No por ahora. Esa es la respuesta que entregan los economistas. Esto porque considerando que el último trimestre del cuatro trimestre del año pasado la economía cayó 2,7% y ahora -0,1%, podría generar la inquietud de si ya el país cayó en esa condición. Sin embargo, la mayoría de los consultados afirma que para que esa condición la actividad debe caer por dos trimestres consecutivos, pero en su medición desestacionalizada. Escenario que por ahora no está presente. Esto, porque esa serie creció 2,7% en comparación al mes anterior.
Desde el Banco Central, señalaron que “dado que una recesión técnica se define en base a variaciones trimestrales del PIB, es necesario esperar a la publicación de dichas cuentas para el primer trimestre, la que está anunciada para el 18 de mayo. Descansar solo en la acumulación de cifras mensuales del Imacec puede ser aventurado, dado que se trata solo de una medida provisoria, que frecuentemente experimenta ajustes en el cierre trimestral.