El crudo WTI se desplomó el miércoles a un mínimo de 18 años y el barril de Brent cayó un 6%, después de que Estados Unidos reportó la mayor acumulación de inventario semanal de petróleo de la que se tenga registro, cuando se espera que la demanda global caiga a mínimos de un cuarto de siglo.

Las sombrías cifras socavaron la confianza que alentó un acuerdo el fin de semana entre los productores mundiales de petróleo para gradualmente recortar la producción, dejando en claro que las reducciones de la oferta no serían suficientes para evitar la acumulación de barriles.

“Tenemos al petróleo retrocediendo de manera épica”, dijo John Kilduff, socio de Again Capital en Nueva York, luego del informe semanal de inventario de petróleo del gobierno de Estados Unidos. “Este es probablemente uno de los informes más pesimistas, si no el más oscuro que he visto”, añadió.

El referencial internacional Brent perdió US$1,91, o un 6,45%, a US$27,69 el barril. Por su parte, el West Texas Intermediate en Estados Unidos (WTI) perdió 24 centavos, o un 1,19%, a US$19,87 el barril, su cierre más bajo desde febrero de 2002.

Los inventarios de petróleo de Estados Unidos, el mayor productor de crudo del mundo, escalaron a un ritmo sin precedentes de 19 millones de barriles en la última semana, ya que las refinerías vieron frenada la actividad debido al desplome de la demanda por la pandemia de coronavirus.

La Agencia Internacional de Energía (AIE) vaticinó el miércoles un declive de 29 millones de barriles por día (bpd) en la demanda petrolera en abril, hasta niveles no vistos en 25 años, y dijo que ningún recorte de bombeo podría contrarrestar por completo los desplomes que enfrenta el mercado en el corto plazo.

La caída de los precios y la demanda ha obligado a los productores mundiales a pactar reducciones sin precedentes en el bombeo.

“La lenta implementación del acuerdo, el riesgo de incumplimiento y el compromiso poco firme de otros podría hacer que el mercado siga bajo presión hasta que la pandemia afloje y pueda recuperarse la demanda de combustible”, dijo Ole Hansen, analista de Saxo Bank.