En tres ocasiones Pablo Larraín ha presentado películas en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes, ganando una vez el máximo premio de la sección, con No (2012). Este viernes, ese número de participaciones será sobrepasado por sus visitas al Festival de Venecia, el certamen más antiguo del mundo. El director de Tony Manero (2008) estrenará ese día Spencer, su acercamiento a un revoltoso pero acotado periodo de la vida de Lady Di, que le permitirá completar su cuarta oportunidad en el evento del noroeste de Italia: antes estuvo con Post Mortem (2010), Jackie (2016) y Ema (2019).

Con el primero de esos largometrajes en algún momento corrió con buenas posibilidades de adjudicarse algún premio, pero el jurado presidido por Quentin Tarantino la omitió y le entregó un discutido León de Oro a Somewhere, de Sofia Coppola. Seis años después, la película sobre el duelo de Jacqueline Kennedy obtuvo el premio a Mejor guión, para el texto de Noah Oppenheim. De las tres, Ema es la que le ha despertado una recepción más polarizada, entre quienes admiraron su retrato de la feminidad y otros que se sintieron extraviados en el camino.

Probablemente, la edición 2021 es la ocasión en que un nuevo filme de Larraín llega antecedido de mayor expectación a Venecia. El personaje real en que se basa es sinónimo de una enorme admiración desde sus primeros días en la corona británica, luego su trágica muerte la convirtió en leyenda y recientemente el retrato que la serie The Crown elaboró en torno a ella ayudó a ampliar su popularidad.

Pero la cinta del realizador chileno no se instala como una historia biográfica tradicional de Lady Di. En diálogo con Culto este año, el director la definió como “prima hermana de Jackie”, aludiendo a su íntima y visceral película con Natalie Portman en el rol de la exprimera dama de Estados Unidos. Como en ese filme, Diana es retratada mientras es acechada por el ojo público en un momento de vulnerabilidad emocional: una Navidad a comienzos de los años 90 en que la familia real se instaló en su finca de Sandringham, en Norfolk, y ella decidió decir basta y separarse del príncipe Carlos.

El soporte de la protagonista –encarnada por Kristen Stewart– es su asistente personal (Sally Hawkins), mientras que una de las figuras antagónicas es un exoficial de la Guardia Negra (Timothy Spall), reclutado por Isabel II para contener tanto a los paparazzis como a la misma princesa en medio del incesante rumor de un quiebre tras infidelidades y desaires. El guión del veterano Steven Knight (Peaky Blinders) cubre su vida durante tres días. “Los dolores y miserias de Diana producen una empatía tan poderosa que quizás está ahí la clave, más que pensar en Inglaterra. Pensar su humanidad y ver cómo nos reflejamos todos en ella, seamos de cualquier origen, lugar o país”, explicó Larraín a este medio.

Si había interés por ver Spencer cuando se liberaron las primeras imágenes desde el rodaje, esa atención se disparó cuando la semana pasada se lanzó el trailer, que brindó un primer vistazo a la interpretación de Stewart. Los medios norteamericanos desde ya la dan como segura nominada al Oscar a Mejor actriz, y la película sube sus bonos a la espera de finalmente exhibirse este viernes en Venecia y luego saltar a salas de Inglaterra y Estados Unidos en noviembre (a Chile llegará pero aún no cuenta con fecha).

En 2018, Jackie logró tres candidaturas a los galardones más importantes de Hollywood (la descollante actuación de Portman, además de Mejor banda sonora original y Mejor diseño de vestuario), por lo que de concretarse una cálida acogida para Spencer podría comenzar a aspirar al menos a ese piso. Por cierto, un recordatorio: las cuatro últimas ganadoras del León de Oro (La forma del agua, Roma, Joker, Nomadland) han ganado el Oscar a Mejor película o han tenido una presencia importante en las nominaciones.

Almodóvar, Netflix y Dune

Hace cuatro años, en su rol de presidente del jurado del Festival de Cannes, Pedro Almodóvar incendió la pradera. “Me parece una enorme paradoja dar una Palma de Oro y cualquier otro premio a una película que no pueda verse en gran pantalla”, disparó frente a un listado de aspirantes al galardon que incluía dos filmes de Netflix, Okja y The Meyerowitz Stories, ninguno de los cuales ganó reconocimientos en esa edición. Fue la última vez que la mayor plataforma de streaming estuvo en la Competencia Oficial del encuentro francés, pero eso no quita que el cineasta de Todo sobre mi madre y la plataforma se reencuentren en otro de los eventos mayores del cine.

Almodóvar inaugura Venecia este jueves con Madres paralelas, su drama sobre el intenso vínculo que desarrollan dos mujeres que se conocen a punto de dar a luz. La cinta le permite sellar su séptima colaboración con Penélope Cruz y su segundo rodaje en pandemia, después del corto La voz humana.

El cineasta va por León de Oro, tal como aspiran a la distinción Spencer y tres largometrajes de Netflix. Dos de ellos nacen de la literatura: The power of the dog, es la adaptación que realiza Jane Campion de la novela de Thomas Savage, y The lost daughter tiene dirección y guión de la actriz Maggie Gyllenhaal a partir de La hija oscura, de Elena Ferrante. La nota más personal del grupo la pone el italiano Paolo Sorrentino (The Hand of God), quien construye un drama inspirado en su propia infancia en Napolés, definida tanto por una tragedia familiar como por su admiración por Maradona.

Fuera de competencia en esta versión del certamen, se exhibirán la superproducción Dune, de Denis Villeneuve; The last duel, de Ridley Scott, y Last night in Soho, de Edgar Wright. Todas películas que, si no varía el panorama, debieran verse en salas chilenas antes de fin de año.