Un compasivo Audax le dijo adiós a la Libertadores tras caer ante Estudiantes

Gustavo del Prete ensaya una chilena ante la mira del arquero Joaquín Muñoz. Foto: Juan Mabromata/AFP.

El cuadro de La Florida perdonó en el inicio y lo pagó caro con desinteligencias en la parte final de cada tiempo. El elenco argentino no hizo nada del otro mundo, pero le alcanzó para remontar la desventaja de la ida.



Tan vieja como el hilo negro es esa premisa que dice que los goles fallados en un arco se sufren en el propio. Eso fue precisamente lo que le sucedió a Audax Italiano en su visita a Estudiantes de La Plata. La misión de sostener el heroico 1-0 de la ida pudo verse facilitada tempranamente, de no ser por la poca precisión de sus hombres de ataque. Al final, fue más efectivo el local, que se impuso por 2-0.

A los 4′, una falla de Agustín Rogel dejó solo a Lautaro Palacios, quien enfiló sin marca hacia el pórtico de Mariano Andújar. Sin embargo, increíblemente elevó su remate. Cinco minutos más tarde, la nerviosa defensa local se volvió a equivocar y esta vez el que picó sin marca por la izquierda fue Germán Estigarribia, pero su definición también fue defectuosa. Dos ocasiones que pudieron haber sentenciado la llave.

El cuadro de La Florida hizo un buen partido en la primera media hora. No se metió excesivamente atrás y aprovechaba los espacios, a través de Jorge Henríquez y de Matías Sepúlveda. No obstante, en la parte final de la etapa el equipo se replegó y el local comenzó a hacer circular la pelota. A los 45′, Joaquín Muñoz le sacó una pelota de gol a Mauro Boselli. Tras el córner que provocó esta jugada, llegó la apertura de la cuenta. Un cabezazo impecable de Rogel, quien le ganó la marca a Estigarribia, batió al arquero chileno.

El tanto serenó al elenco transandino, que comenzó a acechar la valla audina en los últimos minutos de la parte inicial y en el comienzo del complemento. Los pupilos de Ronald Fuentes tambalearon frente al asedio y comenzaron a quedarse sin piernas por el desgaste propio de defenderse sin el balón. Paralelamente, el incesante aliento de los cerca de 25 mil espectadores que llegaron al Jorge Luis Hirschi retumbaba por todos los costados. Parecía cosa de tiempo la llegada del segundo gol del dueño de casa.

Un error de cálculo

El ingreso de Pablo Alvarado por Riveros le dio un poco más de solidez al fondo de los itálicos, quienes a esas alturas necesitaban aguantar el marcador que los llevaba a los penales.

A los 70′, el palo derecho salvó a Muñoz tras un remate del recién ingresado Franco Zapiola, quien picó luego de una exquisita habilitación de Leandro Díaz, el más desequilibrante del León de La Plata.

Cuando todo parecía que se encaminaba a la definición desde el punto penal, llegó un error de cálculo de Roberto Cereceda, en el minuto 84, quien terminó regalando un córner. Manu Castro ejecutó rápidamente y Díaz anticipó a Muñoz para poner el 2-0 y cerrar la clasificación.

El escaso tiempo que quedó no le alcanzó a Audax para llegar al descuento que lo devolviera a los penales. El cansancio físico y mental le pasó la cuenta y terminó quedando eliminado frente a un rival con bastantes ripios, pero que supo sacar la diferencia precisa gracias a la actitud que mostró cuando el duelo se cerraba.

De aquí en más, el desafío de Ronald Fuentes estará en cómo darle mayor contundencia a un equipo que en este comienzo de temporada ha tenido que luchar con la falta de gol, pese a tener jugadores de muy buen pie y haber reforzado con varios nombres interesantes, sobre todo de mitad de cancha hacia adelante.

Estudiantes, por su parte, logró una trabajada clasificación a la tercera fase de la Copa Libertadores, donde lo espera Everton de Viña del Mar, que el martes eliminó a Monagas de Venezuela.

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