Peter Pomerantsev, periodista británico: “Ahora es muy difícil identificar y hablar de intervención extranjera”

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A juicio del experto, las empresas de redes sociales deben garantizar que cualquier persona que vea una información que es falsa pueda ver un mensaje contrarrestando esa información con la información verdadera.


El periodista británico, nacido en la Unión Soviética, Peter Pomerantsev, es uno de los mayores expertos en manipulaciones de noticias en las redes sociales. Profesor visitante en el London Schools of Economics, también lideró el programa Más Allá de la Propaganda en el centro de estudios londinense Legatum Institute. Además ha prestado testimonio al Comité de Asuntos Exteriores del Congreso de Estados Unidos, en el tema de guerra de información y el desarrollo de medios. En conversación con La Tercera el autor de This is not Propaganda, analiza las implicancias de las noticias falsas y la regulación de las redes sociales.

En las elecciones de 2016 en Estados Unidos, las agencias de inteligencia descubrieron que hubo intervención proveniente de Rusia. ¿Cuáles son las lecciones que se sacaron de ese proceso, considerando que ahora el país vivirá nuevas elecciones presidenciales?

La situación ha cambiado un poco desde 2016. Lo que hemos visto es que Rusia ha tenido actividad en América Latina y en África y usualmente lo hace mediante consultores rusos que trabajan con empresas locales de marketing. Entonces ahora es muy difícil hablar de interferencia extranjera. Ahora se ha convertido en un asunto alrededor de la información de campaña. En verdad, es más difícil de identificar la intervención extranjera.

¿Cómo ha cambiado esa intervención?

El modus operandi de los rusos ha cambiado. Ellos trabajan de manera local ahora. Lo que hemos visto en países africanos, es que los rusos trabajan junto con un partido político y le dan asesoría y usualmente emplean a una empresa de marketing local, que trabaja con un político local. Ya no se le puede describir como extranjero. Así que en resumen el problema tiene que ver con la falta de transparencia y claridad en torno a las campañas políticas online, punto. Ya no se trata de extranjero o doméstico. Claramente, por las reformas más serias que se han hecho en cualquier parte, nos estamos moviendo hacia una nueva regulación en Europa, pero no ha llegado todavía, así que EE.UU. tendrá otra elección caótica.

¿Cómo evalúa el trabajo que los políticos hacen en las redes sociales, como es el caso de Mike Bloomberg, que contrató a influencers en su campaña?

Hay muchas cosas acá. Hay campañas transparentes en las redes sociales de los candidatos, eso es lo que Bloomberg está haciendo. Por otro lado, están las campañas que no son transparentes, que utilizan subsidiarios, aliados o canales secretos, que no se sabe que están ahí y eso es más oscuro. Lo tercero es cuando la campaña, por ejemplo, envía un video, no se sabe a quién o cuánto se ha gastado. Entonces no hay forma de analizar la campaña. Con la primera no hay problema, pero el segundo y el tercer ejemplo son un gran problema.

¿Cuál es su visión de los fact checking?

Hay muchos hechos. Uno es que toda la evidencia sicológica muestra que el fact checking no ayuda tanto, porque las personas usarán los hechos, la información que ellos piensan que es cierta.

Hay que ser cauteloso con el uso del fact checking, que éste sea útil. Lo que necesitamos es una relación completamente diferente con las empresas de redes sociales, donde éstas garanticen que cualquier persona que vea una información que es falsa pueda ver un mensaje contrarrestando esa información con la información verdadera. Eso significa una relación completamente diferente con la empresa. Creo que ese es el tema más crítico. Creo que es necesario quizás tratar de redefinir la desinformación y el contenido que desinforma. Creo que cuando se trata de un comportamiento que desinforma es más importante. Porque en internet no importa lo que una persona le diga a otra, sino que lo que importa es que divulgue, mediante medios engañosos, como los trolls o bots. Yo atacaría ese comportamiento engañoso, en lugar del contenido, porque el contenido no importa tanto como el comportamiento. Yo reenfocaría los esfuerzos. Si uno mira la campaña rusa en Estados Unidos, la mayor parte del contenido fue neutral: se trataba de apoyar a Hillary o a Trump. No se trataba de información o desinformación. Lo que es importante es que parecía como si fuera presionado por tal o cual candidato cuando en verdad se trataba de personas en San Petersburgo.

El fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, se mostró abierto a la regulación de las redes sociales ¿Cree que esto es positivo?

Sí, es algo que va a pasar. La pregunta es si se va a tratar de una regulación inteligente o estúpida. Que una regulación llegue no es una elección, es algo que va a pasar. Lo importante es ver qué clase de regulación vamos a tener. También es importante ver en qué aspectos la regulación puede empeorar las cosas.

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