Hace unos años, el cargo de director de programación, era conocido como un "fusible" en la industria televisiva; si caía el rating o había poco éxito, rápidamente se cambiaba. Pero hoy, luego de varios años de cambios, crisis y renacimientos en los canales locales, es el puesto a la cabeza de cada señal, el que pareciera ser más propenso a un juego de sillas musicales.

En Canal 13, por ejemplo, en los seis años desde que llegó el Grupo Luksic como accionista mayoritario, han existido cinco directores ejecutivos: David Belmar, Rodrigo Terré, Luis Hernán Browne, Cristián Bofill y, desde octubre pasado, Alejandra Pérez.

En el caso de CHV, son tres en dos años: Jaime de Aguirre salió en 2015 del puesto, lo reemplazó Francisco Mandiola, quien en diciembre deja el lugar en manos de Jorge Carey.

Y está TVN, quien tras la salida de Mauro Valdés en 2014, nombró a Carmen Gloria López, luego a Alicia Hidalgo y ahora opta por el regreso de De Aguirre.

Los únicos que parecen independientes de las idas y vueltas del rating se ubican en extremos: está, claro, Patricio Hernández, el periodista que desde su llegada a Mega, hace tres años, llevó el canal al primer lugar inamovible de rating.

Por su parte, en La Red, desde 2010 que está Javier Urrutia, ex CHV, en la dirección ejecutiva.