Pedro Mairal (Buenos Aires, 1970) ya pasó los cuarenta, es escritor, vive en Buenos Aires, está casado y toca el ukelele. Igual que Lucas Pereyra, el protagonista de su más reciente novela La Uruguaya.

En la novela, Pereyra lleva casi un año entero sin ganar un peso, mantenido por su señora, una situación que lo hace sentir disminuido en su "figura de macho proveedor". Viaja por un día de Buenos Aires a Uruguay para recoger el dinero de dos editoriales que le pagan por adelantado por libros que todavía no existen. Pero además, para reunirse con una veinteañera que lo tiene enamorado desde que la conoció en el balneario de Valizas hace un par de años, cuando él participaba de un festival literario.

"El río de la Plata: nunca tan bien puesto ese nombre. El agua empezaba a brillar. Iba a poder devolverte los pesos que te debía por los meses que había estado sin trabajar y habíamos vivido solo de tu sueldo. Iba a poder dedicarme exclusivamente a escribir unos diez meses. Estaba saliendo el sol. Se iba a cortar la mala racha", dice en La Uruguaya.

Pedro Mairal está en Chile para participar de los Diálogos Latinoamericanos en la Feria Internacional del Libro de Santiago, panel en el que también participarán Juan Cárdenas (Colombia) y Francisco Ángeles (Perú). Además, en este paso por Santiago, el trasandino promociona su última obra.

9789500438209

¿En qué se inspira La Uruguaya y cuánto tardó en escribirla?

Yo quería hace tiempo escribir de Uruguay. Para los porteños (no los de Valparaíso, sino los de Buenos Aires) es un lugar que parece irreal, cruzamos con toda placidez el Río de la Plata pensando que al otro lado todos son buenos. Vamos de vacaciones, bajamos la guardia y descansamos de la Argentina. Tiene algo de universo paralelo, donde las cosas son parecidas pero diferentes. La realidad se nos vuelve bizarra: transitamos de lo cotidiano a lo desconocido todo el tiempo.

Al igual que Una noche con Sabrina Love, esta novela la escribí muy rápido. Calculo que en poco menos de 3 meses, es de trama intensa, todo sucede en un solo día.

En la novela Pereyra plantea: "Me aterra esa cosa siamesa de las parejas: opinan lo mismo, comen lo mismo y se emborrachan a la par, como si compartieran torrente sanguíneo... ¿Qué monstruo bicéfalo se va creando así?".

¿Este cuestionamiento a la estructura de los matrimonios es un pensamiento que Ud. comparte?

Hay muchos pensamientos de Pereyra que son pensamientos mios y muchos que no, pero prefiero no aclarar cuáles son porque me parece que eso le quita un poco de entuasiasmo a la lectura. Pero eso que le pasa al personaje es algo que está muy en el aire ahora mismo, el concepto de familia: la idea de papá-mamá-hijos, está cambiando. Ya se transformó y se está volviendo más visible y más aceptado. Al personaje lo que le pasa es que de golpe se topa con eso y tiene que ver como lo maneja, siendo un tipo que se crió en un hambiente más bien conservador y machista. Me interesaba maltratar al personaje en muchos sentidos (ríe).

¿Diría que su personaje sufre una crisis de los 40?

Si claro, son los últimos estertores de su juventud sonando de una manera patética , ya es un tipo de cuarentaytantos que está a los besitos con una chica de veinte por la calle y haciéndose un tatuaje, o sea... impresentable. Fumando porrito (¿Cómo le dicen aquí al porro? ¡Fumando pito! (ríe)), está para darle un cachetazo al tipo. Pero me interesaba que viviera este último momento de juventud y que además, le saliera mal. Me gusta mucho que le salga mal.

¿Porqué decidió hacerlo escritor, como Ud.?

Quería mostrar  algo que no se suele comentar mucho, que es la relacion del escritor con el dinero. Muestro al tipo como se manda una vida de bohemia que recién después de años empieza a pagar. Hay un desplazamiento social, se va cayendo del lugar que tenía su familia a una clase más baja y se pregunta qué va a pasar con sus hijos. En general, quería mostrar lo poco claro que tienen los escritores su lugar en el mercado, en el capitalismo.

Además de retratar una serie de episodios económicos ridículos que se vivieron en Argentina los últimos años del kirchnerismo, a través de este personaje que va a cobrar a Uruguay un dinero porque si lo cobra en Argentina le dan menos de la mitad. En ese momento había muchos cambios distintos de dólar, dólar blue, dólar informal, dólar inmobiliario... nadie sabía cuanto costaban las cosas, era muy surrealista.

A pesar de que la novela transcurre en Uruguay, hay muchas referencias a Brasil: Pereyra sueña con escribir una novela que transcurra allí y además en un momento invita a su enamorada a escapar con él hacia allá, entre muchas otras ¿Porqué?

A mi Brasil me resulta bastante extraterrestre, raro, lejano. Uruguay es como un mundo paralelo similar a Argentina, pero Brasil ya es una idea de escape total, como entrar en una dimensión donde el personaje siente que podría ser otra persona. Él piensa en una novela  larguísima que podría escribir sobre Brasil y termina escribiendo una novelita de Uruguay,  ahí aparece esta idea: Si no podés con la vida, probá con la vidita. Él no toca guitarra, toca ukelele.

Mairal adelanta que una productora ya compró los derechos de La Uruguaya para llevarla al cine. Tiene la idea de que será con música de Jorge Drexler y que la actriz principal tiene que ser uruguaya "no podemos falsificar eso", dice. Además, cuenta que vino por primera vez a Chile como mochilero, y dedicó varios de sus poemas a la isla de

Chiloé. Esta es la segunda vez que viaja a Santiago y parece contento: "Chile para mí es de un lento descubrimiento y de fascinación total. Me provoca una gran sensación de vitalidad, una energía completamente distinta a la Argentina, completamente".

El autor estará mañana sábado 29 de ocubre en la FILSA en Estación Mapocho a las 18:45 horas en la Sala Pedro Prado.