Un severo intercambio de palabras protagonizaron ayer los líderes de la Alianza y los ministros políticos del Presidente Sebastián Piñera presentes en la reunión de los lunes en La Moneda.

Según asistentes a la cita, el timonel de la UDI, Patricio Melero, abrió los fuegos al explicitar ante el titular de Interior, Andrés Chadwick; la vocera de Gobierno, Cecilia Pérez, y el ministro Segpres, Cristián Larroulet, el reclamo formal de su partido respecto de las palabras con las que el Mandatario se refirió al Golpe Militar de 1973 en una entrevista concedida el sábado a La Tercera.

"Si buscamos responsables de lo ocurrido, de los atropellos a los DD.HH (...) hubo muchos que fueron cómplices pasivos: que sabían y no hicieron nada o no quisieron saber y tampoco hicieron nada", afirmó Piñera, desatando la incomodidad de sectores oficialistas.

En el comité político, Melero señaló que las expresiones del Presidente cuestionaron de manera "injusta" a muchas figuras de la Alianza, incluso -según dijo- a algunas que hoy "forman parte de su propio gobierno".

El timonel gremialista -de acuerdo a lo ratificado en su entorno- también manifestó que las palabras de Piñera fueron "inadecuadas" y "poco asertivas", sosteniendo, además, que éstas habían sido planteadas con un "tenor injusto", al no considerar un mensaje a las víctimas de la hoy Alianza que se habían producido antes y después de 1973.

El reclamo de Melero -según varios de los presentes- fue secundado por el timonel de RN, Carlos Larraín. El senador apuntó a la "incomodidad" generada en el sector tras las declaraciones de Piñera.

Ya el domingo, el senador RN había calificado públicamente de "antipáticas para muchos de sus colaboradores" las palabras del Mandatario. Ayer, sin embargo, en su intervención en Palacio, Larraín se distanció del tono con el que la UDI ha manifestado sus reparos.

Incluso, dicen las fuentes, el timonel RN marcó una diferencia al decir que, en lo personal, a él no le afectaba directamente la crítica presidencial, puesto que nunca ocupó un cargo gubernamental en el régimen de Augusto Pinochet.

DURA REPLICA

Los ministros, en tanto, respondieron en duros términos las palabras de los dirigentes.

Según explica una alta fuente de Palacio, los secretarios de Estado explicaron a los timoneles que Piñera había triunfado en las elecciones presidenciales de 2010, en parte por su adhesión a una derecha liberal y su reconocido voto por el "No" en el plebiscito de 1988.

La misma fuente agrega que uno de los ministros le enrostró a Melero -con tono severo- que el Mandatario carece de "tejado de vidrio" en la materia y que, por tanto, no tiene razones para cambiar su postura.

La tensa discusión -según explican cercanos a los timoneles- se tomó gran parte de la agenda de la reunión.

Incluso, añaden, la celebración de los 40 años del Golpe que La Moneda organiza para el 9 de septiembre, volvió a ser motivo de discrepancias entre los dirigentes de los partidos y el gobierno.

Según un parlamentario asistente, Melero reiteró su llamado a que el Mandatario equilibre el tono de su mensaje preparado para la conmemoración.

La petición gremialista apunta a que el sector espera que en la intervención presidencial exista un análisis histórico de los hechos que precedieron al Golpe. Esto en función de contextualizar -según el criterio de Melero- las razones por las cuales se desencadenó un clima de violencia política en la época.

Al mismo tiempo, Larraín enfatizó otro punto en la cita: el poco sentido que tomará la ceremonia si la mitad de los invitados declina asistir.

A la salida de la reunión, tanto Melero como Larraín explicitaron sus aprensiones sobre la ceremonia.

"Si queremos tener algún grado de entendimiento, tenemos que mirar lo que ocurrió en un sector y lo que ocurrió en otro", dijo el timonel UDI.