Paula 1146. Sábado 26 de abril de 2014.

En vez de salir a la calle con pancartas y altavoces, el movimiento británico Craftivism Collective está imponiendo una forma silenciosa de manifestación social: con frases contestatarias contra el trabajo infantil o la desigualdad de género bordadas en lienzos y retazos de tela.

Cada vez que ha habido un London Fashion Week en los últimos cuatro años, un grupo de artesanos y artistas británicos –llamado Craftivism Collective–, ha intervenido las zonas aledañas a los desfiles con pequeños retazos de telas bordadas a mano, atadas en alambrados y cercas, con inscripciones como esta: "Las modelos con peor paga del London Fashion Week cobran 125 libras la hora. La mayoría de los trabajadores textiles de Vietnam cobra 25 libras al mes". Así se manifiestan los craftivistas de este grupo que ahora suma miles de adeptos y que nació con la idea de cambiar el mundo a través de pequeños actos públicos que combinaran la pasión por las manualidades (crafts, en inglés) con el activismo político.

Comprometidos con la defensa de los derechos humanos, la igualdad entre hombres y mujeres y un mundo más sustentable, otro de sus proyectos emblemáticos ha sido The Jigsaw Project, para el que fabricaron un puzzle de más de 700 retazos con mensajes de apoyo a la campaña contra el hambre de los niños en 120 países: Save The Children's Race Against Hunger. Sus proyectos se han viralizado rápidamente, replicándose en páginas y redes sociales de otros activistas de todo el mundo, que comparten las mismas inquietudes. En craftivist-collective.com también recopilan acciones de otros craftivistas como la sueca Frida Engström quien, tras ente-rarse del colapso de una fábrica en Bangladesh en 2013 –que dejó más de 1.100 muertos–, bordó a mano pequeños carteles de tela que distribuyó en las calles de Estocolmo, denunciando que desde el año 2000 más de 300 trabajadores textiles han muerto en incendios fabriles en Bangladesh.

*Según los propios miembros de Craftivism Collective, parte de las raíces de este movimiento se pueden encontrar en las arpilleras de denuncia política que se hicieron en Chile en la década del 70, con frases y dibujos que retrataban la vida bajo el régimen pinochetista.